25 de juny de 2025 Lectura: 4 minutos

A menudo nos encontramos en situaciones en las que queremos adquirir un bien o servicio por el que estamos dispuestos a pagar, pero no disponemos del importe total o preferimos no desembolsarlo todo de una sola vez. En estos casos, el crédito al consumo puede ser buena solución.

A continuación, te explicamos todo lo que debes saber.

¿Qué es el crédito al consumo?

El crédito al consumo es una modalidad de financiación destinada a particulares que quieren adquirir bienes o servicios. Se diferencia de otros préstamos, como las hipotecas, porque tiene una duración más corta y está vinculado a gastos más cotidianos o puntuales, como la compra de electrodomésticos, muebles, viajes, coches o reformas.

Su funcionamiento es similar al de otros préstamos: solicitas la cantidad que necesitas y acuerdas con la entidad prestamista el plazo para devolver el importe total del préstamo más los intereses. Estos intereses pueden ser fijos o variables (te lo explicamos detalladamente en ¿Qué es el tipo de interés?).

Normalmente, los créditos al consumo oscilan entre los 100 y los 60.000 euros, con un plazo de devolución de entre 1 y 8 años. En cambio, las hipotecas suelen ser de mayor importe y pueden prolongarse hasta 30 años.

Tipos de crédito al consumo

Existen diferentes tipos de crédito al consumo, pero los más habituales son los siguientes:

  1. Crédito personal

Es un préstamo que puedes destinar a cualquier fin, como la compra de bienes o servicios. No está vinculado a ningún uso concreto, por lo que puedes utilizar el dinero para comprar una lavadora, un coche, un viaje o lo que necesites. Las condiciones (importe, plazo, tipo de interés, etc.) se establecen en el momento de la solicitud.

2. Crédito destinado

También conocido como crédito finalista, está vinculado a una compra específica y solo puede utilizarse para esa finalidad. Por ejemplo, si compras un colchón o un coche, a menudo te ofrecen la posibilidad de “financiarlo”. Muchas empresas tienen acuerdos con entidades financieras para ofrecer este tipo de crédito, que permite pagar el producto en cómodas cuotas, con o sin intereses, según la oferta.

3. Línea de crédito

Es una forma de financiación muy flexible que te permite acceder al dinero que necesites dentro de un límite establecido, pagando intereses solo por el importe utilizado. Funciona como una reserva de dinero: a medida que vas devolviendo los importes, la línea de crédito se regenera. Por ejemplo, si tienes una línea de 10.000 euros y usas 5.000, cuando devuelvas 2.000, dispondrás de 7.000 euros de crédito.

Es una opción útil para personas o empresas con ingresos o gastos variables, pero hay que gestionarla con responsabilidad, ya que los intereses suelen ser elevados.

4. Tarjetas de crédito

Te permiten realizar compras o retirar dinero aunque no dispongas del total en tu cuenta. Puedes devolver el dinero a fin de mes (a menudo sin intereses) o fraccionar su pago en cuotas mensuales. Aunque son muy prácticas, un uso inadecuado puede provocar una acumulación de deudas.

5. Microcrédito

También llamado crédito rápido, consiste en préstamos de pequeñas cantidades y plazos muy cortos. A menudo se contratan a través de plataformas en línea y suelen tener intereses elevados.ravés de plataformes en línia i acostumen a tenir interessos elevats.

¿Qué debes tener en cuenta antes de solicitar un crédito al consumo?

Antes de contratar un crédito al consumo, es fundamental analizar la finalidad del dinero y comparar las distintas opciones disponibles. A continuación, te detallamos algunos factores clave que debes tener en cuenta.

  • Tipo de interés: puede ser fijo o variable, y el coste total del préstamo dependerá en gran medida de este factor.
  • Plazo de devolución: valora cuánto tiempo tardarás en devolver el dinero cómodamente.
  • Comisiones: algunos créditos pueden incluir gastos adicionales, como comisiones de apertura o por cancelación anticipada.
  • Condiciones especiales: si eres cliente habitual o formas parte de una entidad concreta, es posible que puedas acceder a facilidades y ventajas adicionales.

En definitiva, el crédito al consumo puede ser una buena opción para financiar la compra de bienes o servicios de coste elevado. Sin embargo, es importante tener en cuenta factores como el tipo de interés o el plazo de devolución para evitar que esta decisión comprometa tu salud financiera.