16 de jul. de 2025 Lectura: 3 minutos

En el entorno actual, la salud financiera se ha convertido en un pilar esencial del bienestar general. Este concepto no solo se refiere a la estabilidad económica, sino también a la capacidad de afrontar las necesidades cotidianas y alcanzar metas vitales y profesionales.

Desde Caja Ingenieros, queremos ayudarte a comprender qué es la salud financiera y cómo puedes mejorarla.

La salud financiera se divide en dos dimensiones: la objetiva y la subjetiva. Ambas son relevantes y se complementan mutuamente.

Salud financiera objetiva

Se basa en información observable y cuantificable, como los ingresos, los gastos, las deudas, los activos y los pasivos. Esta dimensión evalúa la situación financiera de una persona a partir de los siguientes elementos:

  • Ingresos y gastos: se revisan los ingresos y se comprueba si permiten cubrir tanto los gastos habituales como los imprevistos.
  • Gestión de las deudas: se analiza el nivel de endeudamiento y la capacidad para amortizarlo puntualmente.
  • Patrimonio neto: se calcula la diferencia entre los activos y los pasivos.
  • Scoring bancario: se verifica la capacidad del individuo para acceder a productos financieros —como préstamos, hipotecas o seguros— en buenas condiciones.

Salud financiera subjetiva

Se centra en la percepción personal de la situación financiera. Esta dimensión incluye aspectos como los siguientes:

  • Seguridad financiera: sentimiento de confianza para afrontar imprevistos y situaciones económicas difíciles.
  • Sentimiento de control: grado en el que la persona percibe que tiene el control de sus finanzas y que toma decisiones informadas.
  • Bienestar emocional: impacto de la situación financiera en el estrés, la ansiedad y la satisfacción emocional.

Cómo mejorar tu salud financiera

Cuidar tanto de la salud financiera objetiva como de la subjetiva es fundamental. La dimensión objetiva es clave para alcanzar tus metas, mientras que la capacidad de disfrutar de tus logros depende de la dimensión subjetiva.

Para mejorar tu salud financiera, es importante adoptar estrategias integrales como las siguientes:

  • Establecer metas financieras claras: las metas bien definidas proporcionan dirección, propósito y motivación para adoptar buenas prácticas y valorarlas adecuadamente.
  • Crear un presupuesto: un presupuesto permite gestionar de forma inteligente los ingresos y los gastos, mejorando la situación económica (aspecto objetivo) y reduciendo el estrés (aspecto subjetivo).
  • Reducir las deudas: disminuir el nivel de endeudamiento reduce la ansiedad y la sensación de dependencia.
  • Educarse financieramente: la formación en finanzas facilita la detección de nuevas oportunidades —como inversiones— y la toma de decisiones informadas, lo que refuerza la sensación de seguridad.
  • Gestionar el estrés financiero: controlar el estrés mejora el bienestar y favorece una toma de decisiones más tranquila y sensata. Es importante no reaccionar impulsivamente ante los contratiempos económicos.

En resumen, la salud financiera se compone de dos dimensiones clave para el bienestar general: la objetiva y la subjetiva. Conocer a fondo tu situación financiera te ayuda a tomar mejores decisiones y a crecer tanto económica como personalmente.

Si necesitas orientación o asesoramiento, en la web de la Fundación Caja Ingenieros encontrarás consejos prácticos sobre salud financiera, así como ENGIN, una herramienta basada en las ciencias del comportamiento que te guiará en la mejora de tu salud financiera paso a paso.