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En artículos anteriores de este blog, hemos explicado las diferentes clases de activos que pueden componer un fondo de inversión —principalmente renta fija y renta variable—, cada uno con sus características, ventajas e inconvenientes. En esta ocasión, nos centraremos en otro tipo de activo que también puede formar parte de un fondo de inversión: los activos monetarios.
Los fondos monetarios son una opción de inversión muy popular entre quienes buscan seguridad y estabilidad financiera. Aunque su rentabilidad suele ser menor que la de otros productos, ofrecen ventajas significativas en términos de liquidez y bajo riesgo.
En este artículo, exploraremos qué son los fondos monetarios, cómo funcionan, sus principales ventajas y desventajas, y por qué pueden ser una alternativa interesante para ti.
¿Qué son los fondos monetarios?
Un fondo monetario es un tipo de fondo de inversión que se centra en activos financieros de bajo riesgo, alta liquidez y con un horizonte temporal corto. Su objetivo principal es preservar el capital del inversor mientras proporciona una rentabilidad moderada ligada al precio del dinero a corto plazo.
Entre los activos más comunes en los que invierten los fondos monetarios se incluyen:
- Depósitos bancarios: sumas de dinero depositadas en una entidad financiera durante un tiempo determinado a cambio de un interés.
- Bonos a corto plazo: títulos de deuda emitidos por gobiernos o empresas, que se deben devolver en un período breve, normalmente inferior a 2 años.
- Letras del Tesoro: títulos de deuda pública a muy corto plazo, habitualmente de 3, 6, 9 o 12 meses, emitidos por el Estado.
- Papeles comerciales: títulos de deuda a corto plazo emitidos por empresas solventes.
Ventajas de invertir en fondos monetarios
Bajo riesgo
Los fondos monetarios están diseñados para ofrecer estabilidad y seguridad. Invierten en instrumentos financieros a corto plazo emitidos por gobiernos, bancos o grandes empresas con alta calificación crediticia. Esto significa que tienen muy baja probabilidad de impago y menor volatilidad, lo que los convierte en una opción muy conservadora. Son especialmente útiles en momentos de incertidumbre económica, para perfiles inversores que desean preservar su capital sin asumir grandes riesgos o bien para aquella parte del dinero que necesitaremos a muy corto plazo.
Alta liquidez
Una de las principales ventajas de los fondos monetarios es su liquidez, es decir, la facilidad con la que se puede recuperar el dinero invertido, normalmente en un plazo de 24 a 48 horas. Esta rapidez los convierte en una herramienta excelente para disponer de fondos ante gastos imprevistos o, simplemente, para gestionar eficientemente el capital a corto plazo sin comprometerlo durante mucho tiempo. Por ello, dentro de las inversiones, pueden considerarse prácticamente equivalentes a la liquidez.
Diversificación
Aunque los fondos monetarios se centran en activos de bajo riesgo, diversifican el capital en una amplia gama de instrumentos, como depósitos bancarios, letras del Tesoro, bonos corporativos a corto plazo, etc. Esta diversificación ayuda a reducir el impacto de un evento adverso sobre un único activo o emisor, aportando así una capa adicional de seguridad al inversor.
Gestión profesional
Invertir en un fondo monetario significa delegar la gestión en un equipo de profesionales con experiencia y conocimiento del mercado. Estos expertos toman decisiones estratégicas sobre en qué instrumentos invertir, cuándo ajustar la cartera o cómo reaccionar ante cambios en el entorno económico. De este modo, incluso los inversores menos experimentados pueden beneficiarse de una gestión activa, eficiente y alineada con sus objetivos de seguridad y liquidez.
Ideal como complemento de cartera
Los fondos monetarios no solo son útiles para perfiles conservadores, sino también como complemento en carteras más diversificadas. Pueden actuar como un “colchón” de estabilidad cuando otros activos, como la renta variable, presentan mayor volatilidad. También sirven como un espacio temporal para mantener la liquidez mientras se decide la próxima inversión, con la ventaja añadida de conservar el diferimiento fiscal: en España, los traspasos entre fondos no tributan, las ganancias que permanecen dentro del fondo tributan únicamente al 1 % y la tributación individual (IRPF) solo se aplica en el momento del reembolso.
Los fondos monetarios son una excelente alternativa para quienes desean mantener su dinero seguro, disponible y con una rentabilidad razonable. Aunque no ofrecen grandes beneficios económicos, su estabilidad, liquidez y bajo riesgo los hacen muy atractivos en escenarios de incertidumbre o como herramienta para complementar una estrategia de inversión más amplia. Con una gestión profesional y diversificada, estos fondos pueden convertirse en una pieza clave en la planificación financiera, tanto personal como empresarial.