Cada vez es más común que, a la hora de invertir, se tengan en cuenta otros factores más allá de la simple rentabilidad. Ya no se trata solo de obtener un beneficio económico, sino también de generar un retorno social o medioambiental.

En este contexto, entra en juego la inversión socialmente responsable (ISR), una estrategia que combina objetivos financieros con criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG o ESG, por sus siglas en inglés).

Pero ¿qué implica exactamente este tipo de inversión? ¿Cómo se aplica? ¿Y por dónde empezar si quieres invertir de forma sostenible? Descubre todo lo que debes saber en este artículo.

¿Qué es la inversión socialmente responsable?

La inversión socialmente responsable (ISR) es una filosofía que busca alinear las decisiones de inversión con principios éticos y sostenibles. Su objetivo es seleccionar empresas, fondos o activos cuyo comportamiento sea responsable con el entorno, las personas y sus prácticas de gestión interna.

Esta responsabilidad se evalúa a través de tres grandes pilares:

• Ambiental (A). ¿Qué grado de compromiso muestra la empresa con la protección del medioambiente? Se valoran aspectos como el uso de energías limpias, la gestión de residuos o su huella de carbono.
• Social (S). Se analiza el trato que la empresa da a sus empleados, la diversidad e inclusión, el impacto en las comunidades y las condiciones laborales en su cadena de suministro.
• Gobernanza (G). Se evalúa cómo se gestiona la empresa, incluyendo la transparencia, la lucha contra la corrupción y la diversidad en el consejo de administración, etc.

Caja Ingenieros Gestión impulsa las inversiones sostenibles desde hace más de 15 años. Selecciona compañías de calidad, sostenibles y con potencial de crecimiento, integrando factores ASG para minimizar riesgos y generar valor a largo plazo.

¿Por qué invertir de forma responsable?

Más allá de las razones éticas, existen motivos estratégicos para optar por la ISR:

• Menor riesgo a largo plazo. Las empresas que aplican buenas prácticas ASG suelen estar mejor preparadas para afrontar crisis, cambios regulatorios o escándalos reputacionales.
• Rentabilidad competitiva. Numerosos estudios muestran que los fondos ISR tienen un desempeño similar o incluso superior al de los fondos tradicionales.
• Conciencia social. Invertir responsablemente permite generar un impacto positivo mientras haces crecer tu patrimonio.

Además, la creciente presión de reguladores, consumidores e inversores para que las empresas adopten políticas sostenibles favorece aún más a las inversiones ISR.

Tipos de estrategias en la inversión ISR

Existen diferentes enfoques dentro de la inversión socialmente responsable:

1. Exclusión. Evitar invertir en sectores considerados perjudiciales (armamento, tabaco, combustibles fósiles…).
2. Best in class. Elegir empresas que, dentro de su sector, tengan los mejores criterios ASG.
3. Inversión temática. Apostar por sectores que impulsan el cambio sostenible, como energías renovables, movilidad eléctrica o agua limpia.
4. Engagement o activismo accionarial. Influir desde dentro ejerciendo el derecho a voto como accionista para mejorar las políticas sostenibles de la empresa.
5. Integración ASG. Incorporar estos criterios al análisis financiero para evaluar la sostenibilidad y rentabilidad del activo.

¿Cómo empezar a invertir de forma socialmente responsable?

Si quieres a empezar a invertir de forma sostenible, sigue estos pasos:

1. Define tus valores

¿Qué causas te motivan? ¿El cambio climático? la igualdad de género, la innovación social…? Es importante tener claros tus principios para elegir inversiones alineadas con ellos.

2. Infórmate sobre los fondos ISR

Actualmente, existe una amplia variedad de fondos sostenibles que puedes contratar a través de bancos o gestoras especializadas. Muchos cuentan con certificaciones o sellos que avalan su compromiso con la sostenibilidad.

3. Consulta el perfil ASG de las empresas

Muchas compañías publican sus informes de sostenibilidad. También existen plataformas que puntúan a las empresas según su desempeño ASG.

4. Habla con un asesor financiero

Un profesional puede orientarte para encontrar las opciones que mejor se adapten a tu perfil de riesgo, horizonte temporal y valores personales.

5. Diversifica tu inversión

Como en cualquier estrategia de inversión, la diversificación es clave. Combinar diferentes activos (bonos verdes, fondos temáticos, acciones sostenibles…) y distintas geografías.

Al apostar por la ISR, apoyamos modelos empresariales más justos, responsables y sostenibles. En un momento en el que cada decisión cuenta, elegir dónde y cómo invertimos puede marcar la diferencia. No se trata de disponer de grandes cantidades de dinero, sino de tomar decisiones conscientes que impulsen un cambio positivo.

Si quieres ampliar esta información, escucha el capítulo dedicado a las finanzas sostenibles de nuestro pódcast Finanzas con propósito.