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La pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas son dos de los mayores retos ambientales de nuestro tiempo. Ante esta realidad, surge el Pacto 30×30, una iniciativa internacional de una gran ambición y con un notable potencial transformador.
En este artículo, veremos qué es este pacto, por qué resulta clave para el planeta y para quienes lo habitamos, cómo se está implementando y qué papel pueden desempeñar las entidades financieras responsables, como Caja Ingenieros, en este proceso.
¿Qué es el Pacto 30×30?
El Pacto 30×30 nace como una meta ambiciosa dentro del Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal, adoptado en la COP15 (2022). Su objetivo es proteger, conservar y gestionar de forma efectiva al menos el 30 % de las superficies terrestres, marinas, costeras y de aguas interiores del planeta para el año 2030.
Ese “30 %” no es arbitrario: responde al consenso científico que indica que es necesario proteger una porción sustancial de territorios naturales para mantener la funcionalidad ecológica de los ecosistemas, preservar especies amenazadas, garantizar servicios ecosistémicos (como la purificación del agua, la regulación del clima y la polinización) y fortalecer la resiliencia frente al cambio climático.
Pero el pacto no se limita a la mera protección. También incluye la restauración de ecosistemas degradados y la eliminación o la reforma de subsidios e incentivos que dañan la biodiversidad.
UBeneficios del Pacto 30×30
1. Salvaguardar la naturaleza como infraestructura vital
Los ecosistemas naturales constituyen la “infraestructura verde” básica del planeta: regulan el clima, purifican el agua y el aire, y sostienen las cadenas alimentarias. Proteger un 30 % de estos ecosistemas contribuye a mantener la integridad de los sistemas que garantizan nuestra supervivencia.
2. Mitigar el cambio climático
Los ecosistemas sanos funcionan como sumideros de carbono (bosques, humedales, suelos intactos). Conservarlos ayuda a capturar carbono y a evitar emisiones derivadas de la degradación ambiental.
3. Prevenir extinciones y frenar el declive de especies
En los últimos años se ha observado un acelerado declive de la biodiversidad. El Pacto 30×30 aspira a revertir esa tendencia, ofreciendo refugio a especies amenazadas mediante áreas protegidas conectadas ecológicamente.
4. Fomentar la economía verde y los empleos sostenibles
La conservación, restauración y manejo sostenible de los ecosistemas pueden generar nuevas oportunidades económicas, como ecoturismo, restauración ecológica, gestión de recursos naturales o servicios ecosistémicos pagados, especialmente en zonas rurales.
5. Equidad y justicia ambiental
Es fundamental que las acciones de conservación respeten los derechos de las comunidades locales e indígenas, que a menudo son guardianes del territorio. La protección de la naturaleza no puede implicar desposesión ni causar impactos sociales negativos.
Retos del Pacto 30×30
Escasa protección actual
Actualmente, solo entre un 17 % de las zonas terrestres y un 8 % de los océanos cuentan con algún tipo de protección formal. Alcanzar el 30 % exige acelerar de manera considerable la creación de nuevas áreas protegidas y mejorar la gestión de las existentes.
Efectividad real
No basta con “declarar” áreas protegidas: estas deben estar bien gestionadas, con recursos adecuados, monitorización, gobernanza participativa y vigilancia frente a amenazas como especies invasoras, contaminación o actividades ilegales.
Conflictos sociales y derechos territoriales
Si no se planifica con criterios inclusivos, algunas áreas propuestas para la protección pueden entrar en conflicto con actividades locales como la agricultura, el pastoreo, la pesca o con los derechos de comunidades indígenas. Por ello, la meta 30×30 debe acompañarse de un enfoque de gobernanza justa y participativa.
Financiación sostenible
Implementar el 30×30 requiere inversiones importantes. Según estimaciones, el coste global anual podría situarse entre 100.000 y 178.000 millones de dólares. Es necesario movilizar tanto fondos públicos como privados.
Financiación sostenible
El Pacto 30×30 exige una articulación entre gobiernos nacionales, regiones, comunidades locales, sector privado, ONG, instituciones de investigación y entidades financieras. No se puede lograr únicamente desde instancias centrales.
¿Qué avances se están dando?
- Más de 190 países se han comprometido con el Marco Mundial de Biodiversidad, que incluye la meta 30×30.
- En el Mediterráneo español, organizaciones ambientales han impulsado acuerdos para proteger el 30 % de las aguas marinas españolas para 2030.
- España se ha convertido en el primer país europeo en ratificar un tratado para crear reservas marinas en aguas internacionales. Esto refuerza la ambición de proteger océanos más allá de las jurisdicciones nacionales y representa un elemento clave para alcanzar el 30×30 marítimo.
Para el Grupo Caja Ingenieros, como entidad con una clara vocación sostenible, este pacto ofrece un horizonte hacia el que orientar inversiones, alianzas y estrategias de impacto. Participar activamente en este cambio no solo responde a un imperativo ético y ambiental, sino que también puede constituir un elemento de diferenciación para nuestros socios y socias y para la sociedad en general.