La Economía economía Circularcircular: cómo aplicar “las siete R” en tu vida cotidiana

3 de des. de 2025 Lectura: 4 minuts
Person wraps natural soaps in kraft packaging for a small business in a home kitchen. Handmade product packaging, creative process, DIY business visuals, home-based business

Durante décadas hemos vivido bajo un modelo económico lineal: producir, consumir y desechar. Este sistema ha generado un enorme y nocivo impacto ambiental y social, poniendo en riesgo la disponibilidad de los recursos naturales para las generaciones futuras.

Frente a este reto, surge la economía circular, un enfoque que busca mantener los materiales y productos en uso el mayor tiempo posible.

Pero… ¿qué es la economía circular?

Se trata de un modelo que rompe con la lógica del “usar y tirar”. Se basa en diseñar procesos y productos que prolonguen su vida útil, fomenten la reutilización y reduzcan la generación de residuos. Su objetivo es cerrar el ciclo de los recursos, imitando los sistemas naturales en los que nada se desperdicia.

Para llevarla a la práctica, existen una serie de principios que sirven como guía para transformar nuestra manera de producir y consumir. Estos principios se conocen como “las siete R” y representan distintas estrategias que nos ayudan a reducir el impacto ambiental y aprovechar mejor los recursos.

Estos son los siguientes:

1. Rediseñar

Pensar cómo elegir o crear productos más sostenibles desde el inicio.

  • Elegir envases retornables de vidrio en lugar de botellas de plástico desechables cuando compras bebidas.
  • Optar por muebles modulares que se adapten a distintos espacios, evitando tener que cambiarlos cada vez que te mudas o reorganizas tu casa.

2. Reducir

Minimizar el consumo de recursos y energía en tu rutina.

  • Apagar los aparatos electrónicos cuando no los usas y desenchufar cargadores para reducir el gasto energético.
  • Comprar a granel en tiendas locales para evitar envases innecesarios y ajustar la cantidad exacta que necesitas.

3. Reutilizar

Dar una segunda vida a los objetos antes de desecharlos.

  • Utilizar tarros de cristal de conservas como recipientes para guardar arroz, pasta o especias.
  • Transformar camisetas viejas en trapos de limpieza, evitando comprar productos nuevos para ese uso.

4. Reparar

Extender la vida útil de lo que ya tienes.

  • Cambiar la batería de tu móvil en lugar de comprar uno nuevo cuando empieza a durar menos.
  • Arreglar la cremallera de una chaqueta o coser un botón antes de desechar la prenda.

5. Renovar

Actualizar para seguir utilizando en lugar de desechar.

  • Instalar bombillas led para mejorar la eficiencia energética sin cambiar toda la instalación eléctrica.
  • Pintar y barnizar un mueble antiguo para darle un aspecto renovado y seguir usándolo en tu hogar.

6. Recuperar

Aprovechar materiales y energía que, de otro modo, se perderían.

  • Separar restos orgánicos y llevarlos a un punto de compostaje comunitario o usarlos en tu propio huerto urbano.
  • Guardar agua de lluvia en un cubo para regar las plantas en lugar de usar agua potable.

7. Reciclar

El último paso cuando ya no es posible reutilizar o reparar.

  • Separar correctamente los residuos en casa —papel, vidrio, plásticos y orgánicos— para que puedan reciclarse.
  • Llevar pilas y aparatos electrónicos a puntos limpios, evitando que terminen en la basura común.

En definitiva, “las Siete R” de la economía circular no son solo conceptos teóricos, sino herramientas prácticas que nos invitan a transformar nuestra manera de vivir: rediseñar lo que consumimos; reducir lo innecesario; reutilizar lo que aún tiene valor; reparar para alargar la vida útil; renovar aquello que puede seguir siendo útil; recuperar recursos que parecían perdidos; y, finalmente, reciclar para darles un nuevo comienzo.

Desde Caja Ingenieros creemos que la verdadera fuerza de la economía circular reside en que todos podemos ser parte del cambio. Y tú, ¿qué opinas?