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El final de año es siempre un momento clave para revisar nuestras finanzas. Más allá del balance personal, diciembre ofrece la oportunidad de tomar decisiones que pueden reducir la carga fiscal en la próxima declaración del IRPF o del impuesto sobre el patrimonio. Una buena planificación no solo permite ahorrar, sino también gestionar el patrimonio de forma más eficiente y con visión de futuro.
Desde Caja Ingenieros queremos ayudar a nuestros socios y socias a anticiparse, aprovechar las opciones que ofrece la normativa y cerrar el ejercicio con una fiscalidad optimizada.
Por ello, hemos recopilado las principales estrategias que conviene tener en cuenta antes del 31 de diciembre para reducir la carga tributaria y mejorar la gestión patrimonial.
1. Revisar las inversiones: compensar ganancias y pérdidas
El primer paso es detenerse a analizar la evolución de tus inversiones a lo largo del año. Si has obtenido beneficios por la venta de acciones, fondos o inmuebles, puede ser conveniente comprobar si tienes activos con pérdidas latentes. Su venta antes de que finalice el año te permitirá compensar las ganancias y reducir la tributación.
Ten en cuenta que las pérdidas patrimoniales generadas en 2021 solo pueden compensarse hasta este ejercicio. Revisarlas ahora puede marcar la diferencia en la tributación final. Eso sí, hazlo con cuidado: la normativa impide deducir pérdidas si recompras el mismo valor dentro de los plazos establecidos.
2. Criptomonedas y divisas: una fiscalidad específica
Las operaciones con criptomonedas generan ganancias o pérdidas patrimoniales, incluso cuando no se convierten en euros. Además, al no cotizar en mercados regulados, el plazo de la norma antiaplicación de pérdidas se amplía a un año. Tener presente esta particularidad te ayudará a evitar sorpresas en la declaración.
3. Ventajas fiscales para mayores de 65 años
Si estás cerca de cumplir 65 años, planificar el momento de la venta de tu vivienda habitual puede ser clave: la ganancia patrimonial obtenida quedará totalmente exenta de tributación. Además, la venta de otros activos también puede beneficiarse de ventajas si reinviertes el importe en una renta vitalicia en los seis meses siguientes, con un límite de 240.000 euros.
4. Planes de pensiones y previsión social
Las aportaciones a planes de pensiones y a productos de previsión social constituyen una herramienta eficaz para reducir la base imponible:
- Hasta 1.500 euros en aportaciones individuales.
- Hasta 8.500 euros adicionales en planes de empleo.
- Hasta 4.250 euros adicionales en planes simplificados para personas autónomas.
Si ya estás jubilado o cerca de estarlo, conviene revisar el calendario de rescate de estos productos, especialmente si cuentas con aportaciones realizadas antes de 2007, que disfrutan de una reducción del 40 % en el IRPF.
5. Ahorro a largo plazo: PIAS y SIALP
Cuando hablamos de ahorro a largo plazo, dos siglas aparecen con frecuencia: PIAS y SIALP. Aunque puedan parecer productos técnicos, en realidad son instrumentos sencillos que pueden ayudarte a planificar el futuro con ventajas fiscales.
- PIAS (planes individuales de ahorro sistemático): son seguros de vida ahorro que permiten realizar aportaciones periódicas, con un máximo de 8.000 euros anuales y 240.000 euros en total. Su principal ventaja es que, si mantienes el producto durante al menos cinco años y lo transformas en una renta vitalicia, los rendimientos quedan exentos de tributación. Es una opción pensada para quienes buscan complementar su jubilación con ingresos estables.
- SIALP (seguros individuales de ahorro a largo plazo): son seguros de ahorro que permiten invertir hasta 5.000 euros al año. Si mantienes la inversión durante al menos cinco años, los rendimientos también están exentos de impuestos. Además, suelen garantizar el capital aportado, lo que los convierte en una alternativa atractiva para perfiles más conservadores.
Ambos productos comparten una misma filosofía: fomentar el ahorro a largo plazo con beneficios fiscales y ofrecer flexibilidad para distintos perfiles de personas socias.
6. Deducciones en el IRPF: vivienda y donativos
Si adquiriste tu vivienda habitual antes de 2013, amortizar capital del préstamo hipotecario hasta el límite de 9.040 euros anuales puede ayudarte a aprovechar al máximo la deducción.
Por otro lado, los donativos a entidades acogidas a la Ley de mecenazgo ofrecen deducciones relevantes, especialmente si se realizan de forma recurrente.
7. Impuesto sobre el patrimonio: revisar antes del cierre
El patrimonio neto a 31 de diciembre determina la obligación de presentar el Modelo 714. La vivienda habitual (hasta 300.000 euros), el patrimonio empresarial y los derechos consolidados en planes de pensiones están exentos.
Además, existe un límite conjunto entre el IRPF, el impuesto sobre el patrimonio y el impuesto de grandes fortunas: la carga fiscal no puede superar el 60 % de las bases imponibles del IRPF. En algunos casos, puede ser interesante aflorar pérdidas o invertir en productos cuyo rendimiento se difiera hasta el rescate.
En definitiva, el cierre del año es mucho más que un trámite contable: es una oportunidad para optimizar la fiscalidad y planificar con visión estratégica. Revisar inversiones, valorar aportaciones a productos de previsión o decidir el momento adecuado para determinadas operaciones puede suponer un ahorro significativo.
Desde Caja Ingenieros te animamos a aprovechar este momento para revisar tu situación y tomar decisiones que te permitan empezar 2026 con una gestión financiera más eficiente y sostenible.





