Actualmente, existe una tendencia cada vez mayor en la que las personas apuestan por vivir en ciudades. De hecho, según datos de la ONU, en 2050 cerca del 68% de la humanidad vivirá en ciudades. Se estima que, aunque solo representen un 3% de la superficie del planeta, consumen el 78% de la energía y producen el 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por este motivo, la Nueva Agenda Urbana, que se aprobó en 2016, y el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11 pretenden “lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”.