El sector de la construcción ha sido durante mucho tiempo un contribuyente significativo a la contaminación y a la generación de residuos, y su impacto va más allá de la fase de construcción. El mantenimiento y uso de edificios implica un consumo constante de energía, lo que aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero.
En respuesta a esta problemática, surgen iniciativas como el certificado de eficiencia energética, destinado a minimizar el impacto ambiental de la construcción y el uso de edificios. En un mundo cada vez más consciente de la importancia de preservar nuestros recursos y reducir nuestra huella ambiental, el certificado de eficiencia energética se erige como un pilar fundamental tanto para empresas como para particulares.