“Nadie durmiendo en la calle”, el taller para sentirse útil.
Francisco nos explica su experiencia:
“Yo aquí vengo de lunes a viernes, yo me lo tomo como un trabajo, como un arte. Físicamente y espiritualmente he cambiado muchísimo. Anteriormente estaba en la calle, en el alcohol, sin un rumbo fijo. Aquí me concentro en el trabajo, mentalmente estoy muy tranquilo. Y siempre agradecido. Son como mi familia”.