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Mujeres sin hogar, mujeres supervivientes

“Las mujeres en situación de sin hogar están invisibilizadas, principalmente porque, a primera vista, tendemos a fijarnos en la realidad más evidente y sobrecogedora: las personas durmiendo en la calle. Y aquí, las mujeres son una minoría. Pero si ampliamos la mirada, nos encontramos con un amplio abanico de situaciones en las que las mujeres son las protagonistas”. Elena Sala, responsable del programa Mujeres con Hogar de ASSÍS. 

Sin embargo, no podemos perder de vista que el porcentaje de mujeres obligadas a vivir en espacios públicos se ha incrementado un 60 % en diez años.

La Fundación Caja de Ingenieros se une a ASSÍS que trabaja, desde hace seis años, en un programa pionero en el Estado para mujeres sin hogar, con recursos específicos y un equipo de profesionales especializados en perspectiva de género, para garantizar sus derechos básicos, como la alimentación, el acceso a la salud y a la higiene y un alojamiento estable y seguro, así como para acompañar sus procesos de recuperación e inserción sociolaboral. ¿Nos ayudas a que más mujeres supervivientes recuperen su vida?

¿Por qué hay menos mujeres malviviendo en la calle?

La respuesta, como la realidad, es compleja. Pese a que la sociedad sitúa a las mujeres en situación de desventaja en el ámbito económico -y en prácticamente todos los ámbitos-, ellas tienen mayor capacidad de consolidar redes de apoyo y de movilizar recursos personales. De hecho, el 68 % de mujeres sin hogar encuestadas están trabajando actualmente (frente al 10 % de los hombres), principalmente en el ámbito de los cuidados, pero su sueldo no les permite tener un hogar estable.

Además, son más vulnerables a la violencia y se ven más afectadas por los estigmas sociales: para ellas, la calle es un lugar hostil, inseguro, visible. Por estos motivos, las mujeres llegan más tarde a vivir en la vía pública, ya que antes ponen en práctica estrategias de supervivencia que pueden llegar a ser muy extremas, como la explotación laboral o sexual a cambio de un techo o mantener relaciones tóxicas para no terminar en la calle.

Sin embargo, el 41 % de las mujeres acompañadas por ASSÍS se han visto forzadas en algún momento. Cuando llegan, lo hacen en peores condiciones, viven en un estado de permanente miedo e inseguridad y a menudo las acompañan sentimientos de vergüenza y de culpa que hacen que ellas mismas se aíslen y se vuelvan invisibles, además de ser invisibilizadas por una sociedad que las rechaza e ignora.

“En el sofá, molestas; y en el espacio público, la policía te dice que no puedes estar. La gente te trata como un problema, y ​​tú comienzas a sentirte así. Sientes que tienes menos valor, que los demás te juzgan con la mirada, lo vas aceptando, y llega un momento en el que no eres nadie, te sientes invisible.”

Estebana, 50 años. Ha vivido situaciones de sin hogar y sin techo.

“Dormía escondida debajo de los bancos. Al llegar a ASSÍS, no me preguntaron nada, no me cuestionaron por qué, solo me dieron un lugar donde vivir. Me sentí parte de algo”.

Joana, 69 años. Más de 20 años en recursos de sinhogarismo.

mujeres con hogar

Las causas del sinhogarismo femenino

Según los datos de la encuesta de perfil de ASSÍS (2018), las principales causas del sinhogarismo femenino estarían relacionadas con rupturas sentimentales (33 %) y con la violencia de género (17 %).

Generalmente, han sufrido una serie de circunstancias a lo largo de la vida que han condicionado fuertemente su historia. El 52 % de las mujeres atendidas han sufrido agresiones físicas en la edad adulta; el 32 %, agresiones sexuales; el 56 %, violencia de género; y el 48 % ha efectuado algún intento de suicidio.

La necesidad de una atención especializada

Las causas, las consecuencias y las necesidades de las mujeres en situación de sin hogar son muy diferentes. La invisibilización es también una forma de violencia estructural, y las mujeres sin hogar se encuentran con recursos y servicios profundamente masculinizados (preparados para atender a hombres en un 90 %), donde no hay espacios seguros para ellas.

Además, recibir un acompañamiento intensivo y continuado y recuperar redes sociales son los factores protectores más valorados por ellas. Estas necesidades a menudo quedan diluidas por falta de profesionales específicos y de tiempo.

Por todo ello, es necesaria una mirada de género al sinhogarismo que atienda las violencias y los traumas como ejes diferenciales, la salud física y mental, las maternidades, el acompañamiento por la recuperación social y emocional, los recursos económicos y la inserción laboral.

mujeres con hogar

Mujeres con Hogar: recursos especializados

ASSÍS atiende, desde hace veinte años, a personas sin hogar y, desde hace seis, trabaja para dar una respuesta a las mujeres a través del programa Mujeres con Hogar, con recursos específicos y profesionales especializados.

ASSÍS cuenta con:

  • Centros residenciales preventivos y de atención a las mujeres en situación de calle.
  • Pisos de larga estancia con corresponsabilidad económica.
  • Un centro de día mixto que incorpora la perspectiva de género, con espacios de higiene privados, seguros y protegidos.

Ellas ya han demostrado ser unas supervivientes. Es momento de que la sociedad las visibilice e impulse la recuperación de sus vidas.