En épocas de frío, todos deseamos llegar a casa o al trabajo y encontrar un espacio cálido donde poder olvidarnos de las bajas temperaturas del exterior. El invierno trae consigo el desafío de mantener los hogares, las oficinas y los lugares de trabajo cálidos sin que esto suponga un gran desembolso en nuestros bolsillos.
El uso de la calefacción puede representar una parte significativa de tus facturas de energía, pero con algunos simples cambios en tu rutina diaria puedes marcar una gran diferencia a final de mes. Te traemos 8 consejos para ahorrar en calefacción que puedes aplicar en tu día a día.
1. Aísla bien tu hogar
Antes de entrar en tácticas más específicas, asegúrate de que tu hogar esté bien aislado. Las fugas de calor a través de ventanas y puertas pueden ser responsables de un aumento significativo en tu factura de calefacción. Invierte en sellos y aislantes para minimizar estas pérdidas y mantener el calor.
2. Apaga la calefacción por la noche
Por la noche no es necesario encender la calefacción salvo en casos excepcionales. Si la has tenido encendida un par de horas por la tarde, el calor que se ha quedado en tu casa continuará toda la noche. Por ello, para ahorrar en consumo de calefacción, lo mejor es apagar la calefacción cuando te vayas a dormir.
Además, para dormir no resulta necesaria porque estamos bajo el calor de las mantas, y por la mañana no hay que encenderla hasta haber ventilado la casa.
3. Programa tu termostato
Para controlar mejor el rato de uso de la calefacción, un termostato programable será tu mejor aliado. Con este tipo de termostatos podrás ajustar la temperatura según tu horario, evitando tenerla encendida en momentos en los que no estás en casa. Programa tu calefacción para que funcione cuando realmente la necesites.
4. Cambia tu caldera por una de bajo consumo
Instalar la caldera adecuada también es fundamental para ahorrar costes. Aunque una caldera de bajo consumo requiere una mayor inversión inicial, con el tiempo comprobarás que tus facturas se reducen notablemente.
Son unidades más eficientes y, por lo tanto, capaces de producir la misma energía utilizando menos gas natural. Por otro lado, presta atención a las inspecciones periódicas de la caldera para conocer su estado y comprobar que funciona correctamente.
5. Utiliza cortinas y persianas
Otro consejo para ahorrar en la factura de la calefacción es utilizar las persianas y cortinas de forma eficaz. En los días soleados es importante mantener las persianas enrollables abiertas para que los rayos del sol también ayuden a calentar la casa. Además, el uso de cortinas actúa como aislante de la ventana, con lo que se evita que se escape demasiado calor a través de las cortinas y se impide que entre el frío del exterior.
6. Controla la temperatura
Mantener tu casa entre 19 y 21 grados es la mejor manera de ahorrar energía. Aunque seas una persona poco tolerante al frío, intenta que tu calefacción ronde siempre estas dos cifras, ya que luego se verá reflejado el ahorro en tu factura. El truco está en mantener la temperatura constante cuando estés en casa, ya que poner la calefacción muy alta o tenerla encendida cuando no hay nadie en el hogar supondrán un incremento notable en la factura.
7. Utiliza paneles reflectantes
Un accesorio muy práctico que puedes utilizar en tu radiador para ahorrar son los paneles reflectantes de calor. Los paneles reflectantes actúan como aislantes térmicos y reflejan el calor que absorben. El principal beneficio de los reflectores es que evitan que los radiadores pierdan calor a través de las paredes exteriores de tu casa.
8. Cierra las puertas
No calientes espacios que no estás utilizando. Cierra las puertas de las habitaciones no utilizadas para concentrar el calor en las áreas que realmente necesitas calentar. Esta simple acción puede marcar la diferencia en la eficiencia de tu sistema de calefacción.
Con algunos cambios simples en tu rutina diaria y la incorporación de hábitos más eficientes podrás mantener tu hogar cálido sin que esto represente un gran gasto en tu factura. Utilizar la calefacción conscientemente no solo beneficiará a tu cartera, sino también al medioambiente. Un uso eficiente de los recursos puede ayudar a construir un futuro más sostenible para todos.
