Ayuda a traer esperanza a personas que lo necesitan
La pobreza ha llegado muy cerca de tu casa. Quizás en tu bloque, en tu mismo portal, vive una familia sin ingresos o que no llega a fin de mes, o una persona mayor que no recibe visitas desde hace mucho tiempo. Quizás a la vuelta de la esquina tienes alguien que no puede pagar su habitación y no sabe dónde dormirá en unos días.
El portal de Marta
En el portal de Marta, en el principal segunda, viven Cristina, Jose y su hija Marina, que hace meses que no llegan a final de mes. Deben dos mensualidades de alquiler y viven gracias al apoyo de algunos familiares. Gracias a Cáritas, ahora tienen dinero para pagar comida, y Cristina acaba de entrar en un programa de formación e inserción laboral en una lavandería. Un nuevo sueldo estable es lo que les permitirá transformar sus vidas: la esperanza ha llegado a su portal.
Más de 20 meses de pandemia han dejado una fuerte crisis económica y social, una huella de incertidumbre y desesperanza con graves consecuencias para las condiciones de vida y la integración social de millones de personas.
Por eso, esta Navidad nos unimos a Cáritas en su campaña “Cada portal importa”. Una llamada al mismo espíritu de unión por el que hace más de 2.000 años muchos llegaron al humilde portal de Belén con su generosidad y ayuda. Hoy, detrás de cada portal de cualquier calle, se esconden millones de historias difíciles, llenas de incertidumbre y angustia que necesitan nuestro apoyo.
Ayúdalas a pasar unas fiestas con más luz y esperanza.
Con 50 €, colaboras en que un niño o niña reciba apoyo escolar.
Con 150 €, una familia de 3 miembros podrá comprar comida durante 2 semanas.
Con 350 €, se ofrecerá una habitación de realquiler a una familia durante 1 mes.
Fundación Caja de Ingenieros donará íntegramente a Cáritas todos los donativos recibos.
El portal de Paco
En el portal de Paco, vive Angelines, de 80 años, que no recibe visitas desde hace meses. Por casualidad, Cáritas ha llegado a su vida, ahora cuenta con una ayuda en el domicilio para hacer la compra y cocinar, y está contenta de bajar una vez por semana a las actividades organizadas en la parroquia de su barrio.
A la vuelta de la esquina, en otro portal, Hamza vive en un recurso residencial de Cáritas después de haber pasado por un periodo muy difícil: invertía todo lo que tenía en pagar una habitación, con lo que no tenía para comer. Ahora, el hecho de tener un hogar le da tranquilidad para poder enfocarse en su futuro laboral y hacer lo que más le gusta: la música.
Si te has quedado con ganas de saber más, no te pierdas el nuevo podcast de Caja de Ingenieros.
*Los donativos se repartirán en función de la diócesis española donde se han realizado.
