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Cátedra de Economía Social, por Eloi Serrano

Cooperativo Fundación

Cátedra de Economía Social, por Eloi Serrano

‘Ante los grandes retos que tenemos que afrontar como sociedad, la economía social es una fuente de inspiración hacia otro modelo’

Eloi Serrano es el director de la Cátedra de Economía Social de la Universidad Pompeu Fabra, la única de estas características que hay en Cataluña. Desde el Tecnocampus de Mataró, trabajan para difundir y fortalecer un modelo de empresa que, por sus principios, puede ser una herramienta clave para alcanzar los ODS y hacer frente a los grandes retos sociales del futuro inmediato. Desde la Fundación, hemos apoyado desde el principio su objetivo de hacer avanzar el conocimiento sobre la economía social.

  • ¿De dónde surge la inquietud para crear la Cátedra de Economía Social?

Cuando la impulsamos, ahora hace unos 5 años, nos encontrábamos ante una anomalía en la universidad: aunque la Economía Social representaba un 10 % del PIB, no tenía este peso en el mundo académico. Además, desde la década del 2000, se hizo dominante una visión según la cual solo había un modelo económico posible, que era el neoliberal, con empresas privadas capitalistas guiadas por el objetivo de maximizar el beneficio. Eso representaba también un déficit científico, porque no se estaban explicando otras teorías, y la cátedra tiene la voluntad de abrir esta visión sobre la economía y la gestión de empresa.

  • ¿Cómo perseguís esto?

La cátedra tiene tres objetivos: la docencia, la investigación y la difusión de la economía social. En términos de docencia, tenemos un posgrado de gestión de cooperativas, dentro del programa de economía social de la Generalitat, y somos el único centro en el que tenemos una asignatura de economía social obligatoria en cuarto en el Grado en Administración de Empresas y Gestión de la Innovación. Con respecto a la transferencia de conocimiento, tenemos convenios con otras organizaciones de la economía social, como puede ser la Fundación Caja de Ingenieros, para hacer los estudios que nos pidan y que, después, reconvertimos en artículos que publicamos en revistas académicas. En cuanto a la difusión, organizamos charlas y mesas redondas.

  • ¿Por qué escogisteis instalaros en Mataró?

Porque es una de las pocas ciudades del estado en la que confluye que hay una Administración proclive, una historia vinculada al cooperativismo y la existencia de un tejido cooperativo en la actualidad. Añadimos, por lo tanto, una cuarta variable, la académica.

  • ¿Cómo ha colaborado la Fundación Caja de Ingenieros con la Cátedra?

Cuando la universidad creó la cátedra, llamamos a puertas para explicar nuestro proyecto. La entidad que nos recibió y que no tuvo dudas en ningún momento sobre apoyarnos fue la Fundación Caja de Ingenieros. Desde entonces, la relación ha sido estrecha y extraordinariamente satisfactoria. El primer informe que hicimos para la entidad fue sobre la penetración de las TIC en las cooperativas. Con un segundo convenio, hicimos un libro de los 50 años de historia de Caja de Ingenieros. Después, hicimos un informe de las biomagnitudes de la economía catalana y, actualmente, estamos haciendo otro sobre la adaptación de las cooperativas industriales a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.

  • ¿Y cómo lo están haciendo?

A grandes rasgos, podemos decir que el hecho de que la mayoría sean empresas pequeñas hace que no tengan protocolizada la translación de los ODS en la gestión. Sin embargo, muchas de ellas, ni que sea de forma inconsciente, ya los están aplicando, porque les son inherentes.

  • ¿En qué situación se encuentra la economía social en Cataluña y en el conjunto del estado?

Está más de moda que nunca. En relación con los grandes retos que tenemos que afrontar como sociedad, como el incremento de la desigualdad y la pobreza o el cambio climático, junto con una situación de desorientación general sobre cómo gobernarnos, la economía social representa una fuente de inspiración hacia otro modelo. De hecho, los ODS y los preceptos del Next Generation recogen los principios de la economía social. A pesar de ello, la propensión a crear cooperativas es más baja que en otras épocas de crisis.

  • ¿Cómo se explica esto?

Tenemos que tener en cuenta que hay dos motivos por los cuales se crean cooperativas: como efecto refugio, cuando los empleados se quedan una empresa ante el riesgo de cierre, o como forma de transformar el mundo desde la economía. Una de las razones por las cuales, durante la recesión, no ha habido una tendencia tan fuerte en crear es porque en las dos primeras décadas de este siglo se ha promovido únicamente un modelo de emprendimiento individual y entregado al negocio y no habido oferta formativa ni asesoramiento técnico que presentaran a la cooperativa como una opción. Así, aunque la gente pide un cambio, ha sido difícil encontrar orientación hacia la economía social. Aparte de esto, la crisis ha venido acompañada por una desconexión entre el mundo sindical y el mundo cooperativo. Por este motivo, nos encontramos con el hecho de que el mundo cooperativo ha quedado muy circunscrito a las clases medias y que su discurso tiene un alcance limitado.

  • En todo caso, ahora sí que hay un impulso del modelo desde las administraciones públicas.

La política actual representa un cambio disruptivo con respecto a lo que se había hecho en años anteriores, pero ahora hay que expandir más la economía social. Uno de los peligros del cooperativismo es que caiga en una cierta endogamia. Se tiene que hacer una pedagogía extramuros.

  • Al menos, parece que hay un auge del cooperativismo de consumo.

Sí, sobre todo con respecto a productos agrarios, y eso se deriva de un proceso crítico y de reflexión sobre el mundo en el que vivimos. Como vivimos en una economía capitalista y de consumo, aquello en lo que primero piensa la gente cuando quiere cambiar las cosas es en el consumo. Ahora bien, yo reivindico que transformar la pauta de consumo tiene que ir acompañado de transformar la de producción.

  • ¿La economía social puede ayudar a afrontar amenazas inmediatas como la subida de precios que parece que sufriremos?

Los grandes retos que tenemos delante guardan relación con la ruptura del sentido de comunidad que ha conseguido el capitalismo. A partir de pensar solamente en el beneficio individual, que lleva a la falta de cooperación, se han generado dinámicas en las que el poder económico y político se atomizan, unos pocos acaparan el poder y el rendimiento de cuenta no existe. Problemas como el encarecimiento de la energía o el aumento de las desigualdades están relacionados con la falta de sentido colectivo, con no entender que no puede haber bienestar personal si no hay bienestar colectivo. La economía social puede cambiar las reglas del juego. Por ejemplo, las cooperativas son herramientas extremadamente útiles para la reducción de las desigualdades. En los últimos años hemos visto que el salario real ha bajado y la remuneración del capital ha subido. En las cooperativas, el perceptor de las rentas del trabajo y de las del capital es la misma persona.

  • ¿Cuáles son los grandes retos de la economía social?

Antes que nada, llegar a sitios a los ahora no llega, haciendo una difusión que le permita ser un descubrimiento para alguien en vez de ir a los ya convencidos. Otro elemento importante es hacer valer y capitalizar el hecho de que la economía social está presentando el corpus teórico de la transformación que proponen las instituciones. Otro reto es ampliar mucho la investigación universitaria y el umbral de conocimiento de la economía social, porque, si hay una fuerza teórica, es mucho más fácil trasladarla a la realidad y que no quede limitada al activismo. Por último, es necesario hacer frente al riesgo de que las empresas capitalistas, que ya han ido incorporando cuestiones como la RSC, los planes de igualdad o la sostenibilidad, capitalicen los valores, ideas y cuerpo teórico propio de la economía social.

  • ¿La economía social despierta interés en el alumnado cuando la explicáis?

Es divertido, porque es la última asignatura de la carrera y siempre hay alguien que pregunta si lo que han estado estudiando hasta ahora estaba equivocado y no sirve. Nuestra respuesta es ‘no, no está equivocado, pero también existe esto’. Esta es precisamente la función de la universidad, que no salgas pensando que hay un único modelo de empresa. La universidad no puede moverse por dogmas, sino por el conocimiento científico. Cuando les explicamos cómo funcionan empresas como, por ejemplo, Caja de Ingenieros, quedan bastante alucinados. Siempre hay alguno que después se aveza al mundo de la economía social y la mayoría la acaba viendo con simpatía.

cátedra de economía social

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