La Fundació Formació i Treball fue creada por Cáritas con el objetivo de formar e insertar laboralmente a personas en riesgo de exclusión social. A través de varios programas de apoyo en busca de trabajo, lucha por hacer posible que el derecho a tener un trabajo digno esté al alcance de todo el mundo; un propósito que comparte con la Fundación Caja de Ingenieros.
Es por eso por lo que las dos entidades se han querido aliar para impulsar los Itinerarios de Inserción Sociolaboral para personas mayores de 45 años. Un programa puesto en marcha en enero de 2020 en la comarca del Garraf y que se ha hecho aún más necesario con la crisis derivada de la pandemia.
“Consideramos que este colectivo lo tiene más difícil a la hora de reincorporarse al mercado laboral y por eso pensamos en estructurar un programa especialmente diseñado para sus necesidades”. Expresa Susana Zayas, directora del Área de Inserción Sociolaboral de Formació i Treball.
La reincorporación laboral con carencias tecnológicas
La razón es que las dificultades para encontrar trabajo aumentan cuando las personas sobrepasan los 45 años. Con el peligro de acabar sufriendo una situación de paro cronificado.
La mayoría de veces, explica, eso es debido a la falta de actualización del perfil laboral, sobre todo en sectores que evolucionan rápidamente, como el de la logística.
Otras veces, el obstáculo para encontrar trabajo es la falta de competencias digitales o las dificultades para trabajar con determinadas tecnologías.
“Hay personas que han hecho albaranes a mano toda la vida, pero cuando tienen que reincorporarse al sector después de haberse quedado sin trabajo se encuentran con que les piden competencias que no tienen”. Señala Zayas, que añade que en estos casos lo que se tiene que hacer es reinventarse.
En este sentido, los Itinerarios de Inserción Sociolaboral trabajan con la persona atendida para conocer los intereses y puntos fuertes y ofrecerles la formación adecuada para retomar su carrera.
Acompañamiento individualizado
Las herramientas que propone la Fundació Formació i Treball para mejorar la empleabilidad de las personas en proceso de búsqueda de trabajo son el acompañamiento individualizado —detección de las fortalezas y debilidades, establecimiento de objetivos laborales y de un plan de trabajo, etc. — y el refuerzo y la actualización de conocimientos con sesiones formativas grupales.
Por ejemplo, se pone mucho énfasis en la alfabetización digital, un conjunto de competencias que, con la irrupción del coronavirus y la inevitable extensión del teletrabajo, son más necesarias que nunca.
La pandemia de la COVID-19 llegó justo cuando el programa empezaba a arrancar. Obligó al servicio a adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias. Las entrevistas telefónicas sustituyeron a las presenciales.
La intermediación laboral con empresas se hizo de manera telemática y las cápsulas formativas pasaron al formato online, aunque enseguida volvieron a la presencialidad, algo necesario por el perfil de usuario que atienden.
“Normalmente, las personas que acuden a nosotros provienen de servicios sociales y tienen muchos factores de exclusión”. Dice Zayas, pero con la pandemia, añade, llegó un perfil más normalizado que, de repente, se encontró sin trabajo y sin saber por dónde empezar a buscar.
Recuperar la autoestima como un objetivo claro
Ante un contexto laboral tan cambiante, los Itinerarios de Inserción Sociolaboral ofrecen, además, derivaciones a otros recursos formativos. Como cursos profesionalizadores, o intermediaciones con empresas para poder facilitar el acceso de los usuarios a determinadas ofertas laborales. Pero si hay algo que caracteriza el servicio, es su afán por ayudar a las personas que atienden a recuperar la autoestima.
“Hay personas que llegan que casi han tirado la toalla, sobre todo las que hace más de un año que están en paro,”. Explica la directora del Área de Inserción Sociolaboral de la entidad.
Por eso, desde el programa las ayudan a ver que es posible salir adelante y las motivan a seguir formándose para tener más oportunidades. Al final, según Zayas, este apoyo emocional es el que más agradecen.
“Incluso, aunque no hayan encontrado trabajo, el simple hecho de poder abrirse y explicar su angustia las hace sentirse mejor”, comenta.
Además, si en algún momento tienen una duda o necesitan hacer alguna gestión, saben que pueden contar con la ayuda del programa.
En estos dos años de vida, 55 personas han pasado por los Itinerarios de Inserción Sociolaboral para personas mayores de 45 años. 31 han conseguido encontrar trabajo. Ahora, en un nuevo escenario pos-COVID y con la voluntad de paliar el impacto social y económico que ha tenido la pandemia, la Fundació Formació i Treball busca poder replicar este programa en su sede central de Sant Adrià del Besós.
Una fórmula necesaria para ayudar a romper las barreras con las que se encuentran las personas mayores de 45 años que están en paro y conseguir la inclusión de colectivos vulnerables a través del trabajo.
