Lo que entendemos por ciudad del futuro destacará sobre todo por dos cuestiones: la sostenibilidad y la tecnología. Si tenemos en consideración que el 75 % de la salud de las personas depende de factores relacionados con el entorno donde desarrollan su vida y que los trayectos urbanos suponen el 40 % de las emisiones de CO₂ del transporte, la movilidad en la ciudad se convierte en una pieza clave a la hora de definir la ciudad sostenible del futuro. El crecimiento de la población, unido al rápido avance de la urbanización, aumentará las demandas de transporte en las ciudades. Por ejemplo, se calcula que la demanda total de pasajeros urbanos habrá crecido un 59 % en 2030 y un 163 % en 2050 respecto a los niveles de 2015, según el International Transport Forum (ITF).
Así pues, si queremos construir una ciudad sostenible mejorando la dimensión social y la situación ambiental, dependerá principalmente de reorganizar la movilidad y de conseguir una red de movilidad más eficiente, no contaminante y saludable.
Una ciudad sostenible hecha desde cero
¿Habéis oído hablar de Songdo? Con más de 100.000 habitantes, es una ciudad coreana que se empezó a construir desde cero en 2002, a 65 kilómetros de Seúl. Su aspiración era convertirse en la primera ciudad inteligente y totalmente sostenible del mundo. Para promover este objetivo tan ambicioso, esta ciudad apuesta por la adopción de las tecnologías y por una planificación urbana que pone a las personas en el centro. Predominan los espacios de uso mixto, los cuales aglutinan viviendas, servicios, ocio y puestos de trabajo. Además, las distancias entre las viviendas y el resto de los espacios se han calculado para que sean cortas y puedan recorrerse a pie. Es una ciudad que apuesta por el transporte público: hay paradas de metro y de autobús a una distancia de 12 minutos a pie. En el caso de la movilidad privada, los coches y los camiones de recogida de residuos han sido sustituidos por bicicletas. Además, el 40 % del espacio de la ciudad son zonas verdes, y se espera que la gran mayoría de viviendas reciclen al menos el 40 % del agua que usan.
Ciudad de los 15 minutos
Si queremos apostar por una ciudad sostenible, hay que transformar las ciudades y adaptarlas para que contribuyan a que la gente se desplace con una movilidad sostenible. Lo que se conoce como ciudad de los 15 minutos. Las ciudades relativamente grandes concentran muchas actividades cotidianas y desplazamientos diarios que se pueden hacer sin la necesidad de utilizar el vehículo privado. Por eso tenemos que seguir apostando por una red de transporte público eficiente y/o por nuevas modalidades de movilidad como el carpooling o el carsharing.
Con la ambición de conseguir una ciudad más sostenible nació el proyecto La ville du quart d’heure. Forma parte del programa estratégico de Anne Hidalgo, la alcaldesa de París. El principio es que un ciudadano pueda acceder en menos de quince minutos a todas las necesidades esenciales.
Como enseñanza, sanidad u ocio, basándose en pilares como el uso de la bicicleta por delante de vehículos contaminantes. Transformando los espacios públicos para que tengan más de un uso o eliminando plazas de aparcamiento de coches para crear espacios verdes y estacionamientos para bicicletas.
Objetivo 11: Ciudades y comunidades sostenibles
Este tipo de actuaciones en las ciudades están en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU para los espacios urbanos. La ONU considera que no es posible lograr el desarrollo sostenible si no se transforma la manera de construir y administrar las ciudades.
Desde 2007, más de la mitad de la población mundial vive en las ciudades y se espera que este dato aumente hasta el 60 % en 2030. Las áreas metropolitanas y las ciudades son centros neurálgicos del crecimiento económico. Contribuyen aproximadamente al 60 % del PIB mundial, pero también representan casi el 70 % de las emisiones de carbono mundiales y más del 60 % del uso de recursos.
Podemos concluir afirmando que el futuro de la ciudad sostenible dependerá de nuestro progreso como sociedad hacia modelos de movilidad menos contaminantes y un sistema de transportes urbanos eficiente y efectivo.
Solo así podremos ver avances visibles en áreas tan importantes como el cambio climático o la dependencia energética. Si apostamos por la movilidad urbana, también estaremos fomentando el crecimiento económico y la ocupación, así como el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11: Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
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