El cambio climático ya está aquí y sus consecuencias, palpables en todas las latitudes, van acallando poco a poco a quienes se mostraban más escépticos ante las llamadas de alerta de ecologistas y científicos.
Huyendo del catastrofismo inmovilista, se hace más necesario que nunca innovar para encontrar soluciones que frenen este proceso y mitiguen sus consecuencias. Por eso, cuando oímos hablar de tecnología de Greennova para eliminar C02 de la atmósfera y combatir el efecto invernadero, en la Fundación Caja de Ingenieros vimos claro que aquello debía ser nuestra apuesta.
“Cuando empezamos, nuestra idea sonaba muy atrevida porque queríamos solucionar esta grave problemática con algo que no existía”. Explica Sebastià Carrión, director de Greennova y la persona que hace tres años puso su día a día al servicio del desarrollo del proyecto.
Recuerda cómo llamó entonces a muchas puertas para presentarlo. Entre tantas iniciativas sociales que buscan financiación, la suya daba respuesta a “algo muy general y que no acabamos de percibir de forma directa”.
Esta falta de percepción de los efectos del cambio climático por una parte de la sociedad choca con una realidad marcada por una meteorología cada vez más extrema. La elevación del nivel del mar, la falta de agua dulce o la escasez de alimentos.
Todo esto promueve, además, migraciones forzadas -hoy ya hablamos de ‘refugiados climáticos’– y guerras por los recursos. Por todo ello, “la captación de CO2 es imprescindible para nuestra supervivencia”, advierte Carrión.
Greennova: captar CO2 para frenar el cambio climático
Su innovadora creación, el CAPTACO2, consiste en un dispositivo que capta el dióxido de carbono del aire a través de membranas que actúan como una hoja artificial. Una vez en su interior, lo mezcla con un líquido que lo convierte en carbonato.
La diferencia respecto a otras soluciones que ofrecen grandes empresas dedicadas a la captación de CO2 es que esta funciona de forma pasiva, renovable y no contaminante. Al incorporar un pequeño panel solar, no necesita energía adicional para funcionar.
El objetivo es que cualquier persona pueda incorporar esta tecnología a su casa, por ejemplo, como material para la mesa del comedor. Para alcanzarlo, sin embargo, aún hay que seguir investigando.
Carrión lo expone claro:
“El reto que tenemos ahora es incrementar la velocidad de captación, es decir, encontrar la fórmula que haga que esta tecnología pueda ser implementada”.
Saben que la utilización de la enzima anhidrasa carbónica mejora mucho la eficiencia de la reacción de captación. Su objetivo es inmovilizarla para utilizarla durante varios ciclos de absorción de CO2.
FUNDACIÓN CAJA DE INGENIEROS APOYA A GREENNOVA
En este sentido, gracias al apoyo de la Fundación Caja de Ingenieros, Greennova cuenta desde hace cuatro meses con una doctoranda en su laboratorio de Tarragona que trabaja en la mejora de esta solución.
De hecho, nuestra temprana colaboración con esta entidad sin ánimo de lucro dedicada a la creación de herramientas para combatir el cambio climático. Cuenta su director, ha sido clave para la consolidación. “El apoyo de la Fundación Caja de Ingenieros nos sirvió para ganar credibilidad. Para que nos consideraran una iniciativa seria y dejáramos de predicar en el desierto”.
En la Fundación Caja de Ingenieros estamos orgullosos de apoyar una iniciativa innovadora para captar CO2.Con un enfoque único: una manera en la que todos podemos contribuir, de forma directa y autosuficiente, a frenar, limitar, mitigar y adaptarnos al impacto del cambio climático.
