Queremos dar a conocer las principales ventajas competitivas sostenibles que desde Caja de Ingenieros Gestión consideramos especialmente relevantes en nuestro análisis de fundamentales para poder seleccionar las empresas en las que invierten nuestros fondos:
- El valor de marca
- Efecto red
- Economías de escala
A la hora de analizar la situación empresarial de una compañía, es imprescindible conocer qué la hace diferente de su competencia y valorar si estas diferencias se pueden mantener en el tiempo. En otras palabras, cuáles son sus ventajas competitivas y si estas son sostenibles en el futuro.
El valor de la marca
Una marca bien gestionada tiene la capacidad de generar en el cliente una percepción favorable de la compañía y de sus productos y servicios, otorgándole unos atributos positivos frente a sus competidores.
La marca es uno de los activos intangibles empresariales más difíciles de construir y de mayor importancia e impacto comercial en la actualidad.
Una marca de reconocido prestigio permite incrementar el flujo de caja (tanto por aumento de ventas como por la obtención de márgenes más altos al permitir precios superiores), reducir los costes de atraer nuevos clientes, conseguir un mayor nivel de lealtad y, por consiguiente, aumentar la rentabilidad, optimizar el uso del capital y diferenciarse de su competencia.
Dos sencillos ejemplos para comprender cómo el valor de marca afecta a nuestras decisiones:
- Hoy en día, para una familia media ir al cine en familia es una actividad casi de lujo, por lo que no se sitúa entre sus prioridades de ocio. Sin embargo, el estreno de una película de Pixar es una ocasión para ir al cine, atrayendo a clientes no habituales gracias a la marca que transmite atributos de diversión, argumento divertido apto para toda la familia y uso de las últimas tecnologías de animación en 3D.
- Por otro lado, cuando en un supermercado se ofrece un refresco de cola desconocido y Coca-Cola, habitualmente nos decantamos por comprar Coca-Cola, aun siendo esta más cara, basando la decisión de compra en otros factores como pueden ser notoriedad, calidad, prestigio o fidelidad.
Efecto red
La ventaja competitiva que se basa en el efecto red ocurre cuando el valor de un bien o de un servicio en particular se incrementa a medida que más usuarios utilizan o consumen ese
determinado bien o servicio. Probablemente, sea la ventaja competitiva más determinante y suele catapultar al liderazgo a aquellas compañías que se benefician de ella, dejando obsoletos
al resto de competidores.
Hoy en día, dónde es más fácil identificar tal efecto es en la industria del comercio electrónico. Aunque los patrones han cambiado rápidamente, cuando este perfil de compañías inició su
andadura, eBay destacaba por ser el mayor exponente.
Así, a medida que más vendedores se daban de alta, mayor era el catálogo de productos y mayor atracción generaba en los consumidores. A medida que este efecto se retroalimentaba, el
valor de la marca se incrementaba al canalizar la mayor parte de las transacciones y, consecuentemente, sus comisiones asociadas. Aunque sean difíciles de identificar, también existen otros casos fuera del sector tecnológico.
Por citar algunos, las bolsas de valores como Nasdaq en EE.UU. o BME en España disfrutan de esta ventaja gracias a que cuanta mayor liquidez existe en los mercados, menores son los costes de transacción para los participantes. Ello conlleva que el interés por participar de los vendedores (compañías) como de los compradores (inversores) crezca, incrementando el valor de dichas bolsas.
Economías de escala
Las economías de escala son los ahorros en coste por unidad que aparecen al aumentar la producción. Esta ventaja surge cuando existe una relación inversa entre el coste por unidad y el
número de unidades obtenidas.
Las dos fuentes más habituales de economías de escala son la gestión del inventario, compra de materias primas a gran escala, y las condiciones financieras, menores costes de financiación al
emitir deuda. Otras fuentes importantes de economías de escala, aunque menos habituales, son la especialización del equipo gestor, permite mejorar el conocimiento del área y mejorar su
eficiencia, y la tecnología, mayor tamaño permite invertir más en I+D y tecnología para ampliar el liderazgo en la industria.
Las economías de escala se encuentran en, prácticamente, todas las industrias.
Por ejemplo, en los servicios de limpieza, la compañía con mayor tamaño se verá beneficiada por unas condiciones de compra de los productos de limpieza mejores en relación con una competidora de menor tamaño; de este modo, la escala permite a la compañía de mayor tamaño ofrecer mejores precios sin lastrar su rentabilidad. En los molinos de viento, el tamaño de Vestas le permite invertir el doble que su principal competidor en I+D y así mantener su liderazgo en turbinas. No obstante, esta ventaja competitiva es menos relevante en industrias donde el motivo principal de compra no es el precio. Por ejemplo, en la industria del móvil, Apple no es la compañía con mayor cuota de mercado, pero es la compañía de mayor tamaño, minimizando las ventajas que aportan las economías de escala en esta industria.
