Por fin, la curva de contagiados por coronavirus desciende. No obstante, la curva de personas sin recursos sube. La demanda social se ha multiplicado por tres y la previsión es que este dato empeore semana tras semana. Cáritas está trabajando para atender a las personas más vulnerables en necesidades básicas, tales como la alimentación y el problema de las viviendas.
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Sin recursos, sin ahorros, sin derechos
Más de dos meses de parón de toda actividad social y económica tienen un incalculable impacto en nuestras vidas. A todos nos ha afectado, pero miles de familias en condiciones de vulnerabilidad están sufriendo las consecuencias y llegan a necesitar ayuda para comer. Una de estas familias es la de Manuel y Sara, con dos hijas de 5 y 8 años. Ellos ya vivían en una situación de precariedad laboral, que ahora los deja sin recursos y sin derechos.
Manuel trabaja de forma intermitente en el sector de la construcción, pero llevaba un mes parado antes de la crisis. Sara es el ejemplo de una realidad en la sombra: las cuidadoras y empleadas del hogar sin contrato. Cuando se declaró el estado de alarma, los dos hogares donde trabajaba prescindieron de sus servicios y se quedó sin el único ingreso fijo de la familia, de apenas 700 euros.
“Nosotros vivimos al día. Somos de día no trabajado, día no cobrado, por eso ahora tenemos que pedir ayuda”, comenta Sara.
Además, como en muchas familias, las niñas tenían acceso a becas comedor, con lo que ahora, al estar los colegios cerrados, el gasto es incluso mayor respecto a su base diaria.
Esta es una de las familias que se han acercado por primera vez a Cáritas, que, junto con las que retornan después de un período en que ya no necesitaban apoyo, están triplicando las peticiones a la organización. Cada semana reciben más de 1.200 llamadas, el 80 % de las cuales son para cubrir necesidades básicas como la alimentación o el pago de alquileres, realquileres y suministros.
Colabora con Cáritas en la emergencia social y alimentaria
Actualmente, la prioridad número uno de Cáritas es la alimentación de personas en riesgo. Se están entregando lotes de comida de primera necesidad a más de 9.500 hogares, que se complementan con tarjetas de alimentación para adquirir productos frescos. En los comedores sociales se entrega comida preparada y pícnics para personas sin techo, y también se hacen entregas a personas mayores en riesgo de exclusión.
Ahora, más que nunca, la sociedad pide unión: actúa.
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Todas las aportaciones recibidas las entregaremos íntegramente a Cáritas.
- 25 euros permiten dar una comida diaria a una persona vulnerable en un comedor social durante cinco días.
- 50 euros permiten proporcionar una comida diaria a dos personas durante una semana.
- 100 euros permiten dar una comida diaria a cuatro personas durante una semana.
- 150 euros permiten entregar una comida diaria a una persona vulnerable en un comedor social durante un mes.
- 200 euros permiten que una familia de cinco personas pueda comer durante una semana.
