El pasado viernes, con motivo de la Semana de la Inversión Socialmente Responsable (ISR), el Grupo Caja de Ingenieros organizó, junto con Spainsif, una mesa redonda sobre inversión con impacto positivo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La iniciativa supuso un punto de encuentro en el que diversos expertos en gestión de inversiones, sostenibilidad y gobernanza corporativa pusieron en valor la importancia de la Inversión Socialmente Responsable y su papel en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La mesa redonda fue moderada por Francisco Javier Garayoa, director de Spainsif, y ha contado con la participación de distintos profesionales de la casa como Iñaki Irisarri, asesor en sostenibilidad del Grupo Caja de Ingenieros, Cristina Llahí, portfolio manager en Caja Ingenieros Gestión, y Antoni Fernández, director general de Caja Ingenieros Vida y Pensiones.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible en tiempos de COVID-19
2020 se esperaba que fuera el año en el que se acelerara la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pero finalmente, debido a las condiciones que se han dado, no ha podido ser así. Y es que el impacto de la COVID-19 en los ODS ha sido brutal. Algunos datos que nos muestran este impacto negativo son los siguientes:
- Naciones Unidas ha estimado que la pobreza podría incrementarse por primera vez desde 1990. En algunas regiones, los impactos adversos podrían generar niveles de pobreza similares a los registrados hace 10 o incluso 30 años, y el número de personas que viven en la pobreza podría aumentar entre 420 y 580 millones en con relación con las últimas cifras oficiales de 2018.
- La Unesco calcula que unos 1.250 millones de estudiantes están afectados, lo que representa un serio desafío para el ODS 4 (Educación de calidad). Además, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que las personas en desempleo se verán incrementadas en 25 millones.
- Por otro lado, haber alcanzado las metas fijadas para el ODS de Salud y Bienestar hubiera ayudado a que la emergencia sanitaria no hubiese sido tan devastadora. En definitiva, hubiera implicado haber realizado inversiones encaminadas hacia un mundo con acceso a cobertura universal, atención médica de calidad y economías más inclusivas y sostenibles.
- Por último, también afecta al ODS 13 (Acción por el clima). Aunque la crisis sanitaria ha reducido drásticamente las emisiones de CO2 por el parón industrial y el consumo de energía, se trata de algo efímero; en ningún caso es la solución al cambio climático. Los científicos han alertado que la pérdida de biodiversidad está altamente relacionada con las pandemias, con lo que la protección del medioambiente debe ser prioritaria.
Aun así, la situación generada por la COVID-19 ha acelerado que empresas, Gobiernos e inversores pongan el foco en las finanzas sostenibles y los criterios ASG. Precisamente, Iñaki Irisarri, asesor en sostenibilidad del Grupo Caja de Ingenieros, ha destacado que los ODS, que son el marco de referencia de sostenibilidad a nivel global, “se erigen fundamentales en la nueva realidad como herramienta para superar la grave crisis económica y social derivada.”
De hecho, la actual situación económica causada por la COVID-19 está poniendo en entredicho el actual paradigma empresarial, hasta la fecha muy centrado en la consecución de beneficios, y evidenciando que los objetivos empresariales han de aportar también valor a los diferentes stakeholders y grupos de interés. Cristina Llahí, portfolio manager en Caja Ingenieros Gestión, ha puesto de manifiesto que la ISR no está reñida con la rentabilidad: “Las empresas que aplican criterios ASG y, por tanto, con una gobernanza enfocada en la sostenibilidad y el compromiso social tienen menos costes de capital, por lo que pueden invertir en nuevos proyectos y tendrán más rentabilidad y reconocimiento a largo plazo. Además, su valor de mercado será mayor”.
Por otra parte, Naciones Unidas ha trasladado al sector empresarial un mensaje: “Los ODS son una oportunidad para hacer frente a la crisis económica”. Con esto, abre la puerta a captar inversiones, unas inversiones que no solo pueden venir de la administración, sino que también necesitan del sector privado para alcanzar los objetivos. En este sentido, la inversión sostenible tiene la oportunidad de ayudar al alcance y consecución de los ODS.
La consolidación de organismos internacionales que promueven las finanzas sostenibles hace que estén cogiendo más relevancia.
- Los PRI fueron pioneros en 2006 con 100 entidades adheridas y actualmente ya cuentan con más de 2.300 miembros.
- Los Principios de Banca Responsable promovidos por UNEP FI nacieron hace dos años y actualmente reúnen a más de 200 entidades financieras.
- El Plan de Acción sobre finanzas sostenibles que ha definido la Comisión Europea.
- El Pacto Mundial que ya registra más de 13.000 organizaciones adheridas en todo el mundo, que tienen la obligación anual de reportar sus avances en materia de sostenibilidad.
El Grupo Caja de Ingenieros trabaja con la ambición de convertirse en un referente en finanzas para la sostenibilidad y de disponer de un amplio catálogo basado en criterios ASG. En este sentido, los ODS estarán siempre muy vinculados a la inversión sostenible y responsable, y desde el Grupo Caja de Ingenieros contamos con una firme estrategia para apoyar los ODS a través del impacto que generan nuestros fondos y planes de pensiones ISR (Inversión Socialmente Responsable), así como el trabajo para reducir los impactos que producimos como organización en el medioambiente, como con la participación en las alianzas internacionales.
Además, en Caja de Ingenieros queremos acompañar a todos nuestros socios en la transición hacia unas finanzas sostenibles y que todos formen parte del desarrollo sostenible.
