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Entrevista a Sergi Figueres: las oportunidades de la economía social

Cooperativo

Entrevista a Sergi Figueres: las oportunidades de la economía social

Cada día son más las empresas que creen, y demuestran, que otro modelo de negocio es posible y, más allá de su práctica comercial, buscan que su actividad aporte un beneficio a la sociedad.

Mientras que las sociedades cooperativas nacen con el objetivo de satisfacer las necesidades de sus asociados y de la comunidad en general, también cada vez más empresas existentes están tomando consciencia de la importancia de la sostenibilidad en los negocios y de que rentabilidad y sostenibilidad son perfectamente compatibles.

Worldcoo es una herramienta gratuita que facilita a las organizaciones este proceso de transformación, generando sinergias entre empresas, personas y ONG con el objetivo de promover la economía social ofreciendo un servicio que beneficia a las tres partes.

Tanto e-commerce como retailers tienen la posibilidad de ser más responsables con la sociedad y su entorno ya que permite financiar proyectos sociales y de cooperación a través de sus usuarios dando la opción de sumar 1€ al precio de sus compras para, entre todos, cambiar el mundo.

Valores como el compromiso social o la reinversión de los beneficios en proyectos comunitarios o I + D son algunos de los valores y razón de ser de este proyecto. Nos encontramos con Sergi Figueres, cofundador de Worldcoo para intercambiar impresiones sobre la filosofía de la economía social y las oportunidades que ofrece.

 

ENTREVISTA A SERGI FIGUERES

WORLDCOO, 23 de mayo de 2018

  1. ¿Qué consideras que aportan las cooperativas a la sociedad?

Por su propia razón de ser, las cooperativas aportan un bien común (sea económico, social o cultural), compartido entre diversas personas, a la sociedad. Se trata de un modelo económico en el que el beneficio colectivo prima sobre el individual.

En Worldcoo, en particular, nos recuerda un poco al concepto que agrupa a las empresas con el distintivo de B Corporation, como nosotros. Se trata de aquellas compañías que se caracterizan por ser las mejores para el mundo, no del mundo.

Más allá de la competitividad y la práctica puramente mercantilista, las cooperativas apuestan por crear otro modelo de negocio que beneficie a la mayoría y aporte aquello que más se necesita.

  1. ¿Cuáles consideras que son los retos de la economía social?

En medio del contexto actual, el principal reto de la economía social es hacer ver y mostrar al mundo que hacer las cosas de otra forma es posible; los valores que guían el cooperativismo, el bien que aportan a la sociedad de forma colectiva y, sobre todo, la importancia del valor social que generan, más allá del económico.

A raíz de esto, es importante el crecimiento y la inversión en I+D, ya que hará que el sector experimente una notoria presencia en el mercado y guiará las líneas de estilo de este nuevo modelo de negocio. 

  1. ¿Con qué valores asocias el cooperativismo?
  • Democracia
  • Compromiso social
  • Transparencia.
  1. ¿Qué rasgos debe tener, para ti, una cooperativa?

En primer lugar, es esencial que una cooperativa persiga un objetivo común entre las diferentes personas que la integran. A su vez, la implicación y el compromiso de todos ellos y ellas es otro aspecto clave para la cooperativa. El buen entendimiento entre todos sus implicados y el hecho de compartir unos valores comunes (como la democracia, el compromiso social y la transparencia) es el tercer rasgo característico. 

  1. ¿Consideras que la rentabilidad está reñida con la sostenibilidad?

Al contrario, consideramos que rentabilidad y sostenibilidad deben ir de la mano. Todo proyecto empresarial debe ser sostenible si se quiere sacar rendimiento, más aún si pensamos a largo plazo. Pero no solo hablamos de rendimiento puramente económico, sino también social.

Por otro lado, el contexto socioeconómico en el que vivimos, en el que predomina el acceso a la información y la infinidad de ofertas de todo tipo, ha hecho que surja otra clase de consumidor. Se trata de un perfil mucho más exigente y que pide a gritos que las empresas generen un valor social añadido al bien o al servicio que están adquiriendo, más allá de su precio.

Todo proyecto que no tenga en cuenta su sostenibilidad social y medioambiental, más allá de la económica, tendrá sus días contados.