Hoy en día es posible consumir productos que te cuiden a ti y que al mismo tiempo también cuiden el planeta, y un buen ejemplo son las frutas y verduras de proximidad.
Comer lo que queramos cuando nos apetezca es muy cómodo, pero pasa factura al medioambiente. Es fácil encontrar en los supermercados piezas que tienen muy buena apariencia, pero muchas veces esto es debido a procedimientos forzados artificialmente o porque vienen de países que se encuentran en otras estaciones.
Es importante elegir fruta y verdura de temporada y de proximidad, ya que, cuando las consumimos en su ciclo natural, evitamos que haya un cultivo forzado. Además, sin el transporte de largas distancias, evitamos una gran cantidad de gases de efecto invernadero.
Si quieres comer de manera saludable, ahorrar dinero, reducir las emisiones de CO₂ y apoyar al comercio local, no te pierdas este artículo en el que te explicamos cuáles son las ventajas de consumir frutas y verduras de temporada y cuáles son las que tendrías que consumir este mes de agosto.
Las verduras y frutas de temporada ayudan a cuidar el medioambiente
Reducción de emisiones CO₂ y eficiencia energética
El transporte, la distribución y el almacenamiento de alimentos dejan su huella en el planeta. Cuando elegimos productos de proximidad y de temporada, estamos contribuyendo a los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), con los cuales se pretende reducir, al menos, las emisiones de gases CO₂ a la atmósfera en un 55 %.
También es una manera de estimular la producción local y de disfrutar de un mejor sabor y de un mejor precio. Cuando elegimos frutas y verduras que no tienen que ser importadas, estaremos ahorrando el coste en transporte, lo cual se refleja en el precio final. Cuando un alimento lleva la etiqueta “kilómetro cero”, tiene que haber sido producido a menos de 100 kilómetros del punto de venta.
Favorece la economía local y los ciclos de cultivo
Los productos de temporada, muy a menudo, están producidos en zonas próximas a las de su consumo. Si incrementamos su ingesta, mejoramos la economía de productores locales y de la zona. Además, los productos de proximidad respetan los ciclos de maduración, por lo que se relaciona con una mayor calidad. De este modo, también fomentamos la rotación de cultivos, con lo que se evita el empobrecimiento del suelo.
Frutas y verduras del mes de agosto
Decimos adiós a algunas frutas que arrancaron su temporada en la primavera, como los albaricoques. Sin embargo, estarán casi a punto las que tendremos al final de las vacaciones, como la uva y el higo.
En medio, durante el mes de agosto, queda una larga lista de frutas y hortalizas que empezaron a madurar a principios de verano y que el sol intensifica su sabor y nos permite disfrutarlas en su momento óptimo.
Las frutas de hueso, como los melocotones, las nectarinas o las ciruelas, están muy dulces en esta época del año. Entre las ciruelas maduran las claudias, que tienen un sabor exquisito cuando están en su punto.
Las frutas estrella del verano y especialmente de este mes de agosto son los melones y sandías. Con estas frutas puedes preparar cremas frías o macedonias. Otra fuente de hidratación, igual que lo son la sandía y el melón, son las peras de verano.
A las frambuesas y los arándanos se suman las grosellas y, más avanzado el mes, las primeras moras. Si tienes los ojos muy abiertos durante tus excursiones de verano, puedes incluso recogerlas silvestres.
En agosto, podemos tener en un estado óptimo de maduración las siguientes hortalizas: las berenjenas, los calabacines, los pepinos, los pimientos y los tomates. Podrás hacer ensaladas verdes muy refrescantes para combatir este calor utilizando las lechugas, los tomates y los pepinos, que estarán muy crujientes.
Las frutas y verduras de la temporada
En resumen, las frutas que estarán en temporada óptima son las siguientes: arándano, ciruela, frambuesa, grosella, higo, mango, melocotón, melón, mora, nectarina, pera, plátano, sandía y uva. En temporada buena podremos encontrar el albaricoque, el aguacate, la cereza, el kiwi, el limón, la manzana y la piña.
En cuanto a las hortalizas, en temporada óptima podremos encontrar las siguientes: berenjena, calabacín, cebolla, champiñón, judía verde, lechuga, patata, pepino, pimiento, puerro y tomate. En cambio, en temporada buena encontramos la acelga, el apio, la endibia y la zanahoria.
Planificar tu menú semanal según los alimentos disponibles cada temporada y que sean propios de la zona puede ayudarnos a descubrir productos que no conocíamos. Además, como ya hemos explicado, los estaremos consumiendo en su momento más óptimo y con una mayor calidad. Gracias a las dietas de temporada cambiamos de alimentos constantemente, aprovechando sus nutrientes y beneficiando a nuestra salud y al planeta.
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