Artículos guardados
Greenwashing y sostenibilidad; marketing o concienciación

Economía sostenible

Greenwashing y sostenibilidad; marketing o concienciación

No vivimos en una sociedad circular. Todo lo que hacemos, compramos o comemos, todo, produce basura.

Hay que tomar conciencia de la cantidad de basura, desperdicios, contaminación y, en definitiva, daños irreversibles que estamos provocando al planeta a un ritmo demasiado rápido.

Es verdad que últimamente hay una tendencia hacia el ecologismo y la sostenibilidad, y las empresas cada vez apuestan por políticas de RSC más elaboradas y se replantean acciones y procesos.

Muchas personas, a nivel individual, están también intentando cambiar hábitos de consumo. Ya prácticamente todo el mundo en casa, por ejemplo, recicla los desperdicios de todo aquello que consume. Crece la filosofía de vida “zero waste”, eco, etc. Pero… ¿es suficiente? ¿Se trata solamente de una moda superficial? Hay que ir mucho más allá; de eso, estamos seguros.

Los habitantes de la Tierra agotamos el pasado 1 de agosto los recursos que la naturaleza es capaz de generar en el plazo de un año. Por lo tanto, ahora mismo, la humanidad está viviendo a crédito.

Vamos demasiado rápido; consumimos en exceso; un tercio de los alimentos acaban en la basura; cuanto más poder adquisitivo, más basura generamos; emitimos más dióxido de carbono del que los océanos y los bosques pueden absorber… Hoy por hoy, necesitamos en torno al doble de los recursos que se producen en el planeta para satisfacer nuestras necesidades.

¿Sabías que…?

  • 13 millones de toneladas de plástico se vierten en los océanos cada año.
  • Si la población mundial llega a los 9.600 millones en 2150, podría requerirse el equivalente a casi 3 planetas para proporcionar los recursos naturales necesarios para mantener los estilos de vida actuales.
  • Las ciudades del mundo ocupan solo el 3% de la Tierra, pero representan entre el 60% y el 80% del consumo de energía y el 75% de las emisiones de carbono.
  • De 1880 a 2012, la media de la temperatura global aumentó en 0,85º C.
  • Las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) han aumentado casi un 50% desde 1990.
  • Las emisiones crecieron más rápidamente entre los años 2000 y 2010 que en cada una de las tres décadas anteriores.
  • Más del 80% de las aguas residuales resultado de actividades humanas se vierten en los ríos o en el mar sin eliminar totalmente la contaminación.
  • En el 60% de las ciudades europeas con más de 100.000 personas, las aguas subterráneas se utilizan a un ritmo mucho más rápido del que se puede reponer.

Hay que estar atentos. Lo que se plantea como una urgencia, como una necesidad de poner freno a daños irreversibles en el planeta (sobre todo porque no tenemos un planeta B), a veces se aprovecha como una herramienta de marketing. A medida que crece el movimiento ecológico/natural, los especialistas en marketing pueden utilizarlo en beneficio propio con el objetivo de vender más productos.

Por ejemplo, una cadena de supermercados lleva a cabo una gran campaña con motivo de mostrarse más verde o ecológica ante sus clientes y recicla las bolsas de plástico, cuando en realidad lo mejor que podría hacer es dejar de ofrecer bolsas de plástico en general.

Atención pues con el greenwashing (“lavado de imagen verde” en forma de pseudoecologismo con el objetivo de vender más). Lee, infórmate,  cambia los hábitos y las maneras de consumir perjudiciales para ti y para el medio ambiente, pero no porque sea una moda a seguir. No es una moda. La moda viene y se va. La moda es una opción. Ser sostenible no es una opción, es una urgencia.

Leave a Comment