Paloma García es la fundadora de The Circular Project, un proyecto pionero de moda sostenible en el que a la hora de trabajar se tiene muy en cuenta los aspectos sociales, ecológicos y económicos. Su propio nombre hace referencia a la Economía Circular ya que todos los materiales utilizados al final de su vida útil pueden ser integrados en la Naturaleza sin ningún daño.
Define en una frase qué significa para ti el consumo consciente.
El consumo consciente es aquel que se realiza teniendo en cuenta toda la trazabilidad del producto y exigiendo transparencia a toda la cadena de producción. Un consumidor consciente y responsable lee las etiquetas y pregunta por las condiciones en las que está hecho el producto en cuestión de salud y riesgos laborales.
¿Cuáles consideras que son los retos de la sociedad para vivir en un mundo sostenible?
Para mí, el mayor reto es el decrecimiento. Como ya he dicho en multitud de ocasiones, la sostenibilidad es mesura, y cualquier otro planteamiento al margen de esto es una falacia. No podemos seguir consumiendo ni produciendo como lo estamos haciendo porque el planeta ya no lo resiste.
Este punto es complicado porque supone ceder cuota del margen de beneficios y las grandes empresas no están dispuestas a ello. Inventarán mil vías antes de hacerlo; solo espero que sean vías medioambientalmente eficaces.
¿Con qué valores asocias el respeto al medioambiente?
Principalmente con eso mismo, es decir, con el respeto a la vida en todas sus formas y en un cuidado extremo por conservarla. También con la responsabilidad que, como seres pensantes y conocedores del daño que hemos hecho, tenemos para revertir el proceso. Y, por último, con la sensibilidad que debemos tener para reconocerlo y actuar, que se resume en una palabra: Amor.
¿Qué papel juegan las empresas? ¿Cuáles son los beneficios a corto-medio plazo si la empresa se adapta a un modelo que no dañe el ecosistema?
Las empresas juegan un papel fundamental en este proceso, son actores del cambio. Cualquier acción que emprendan tendrá unas consecuencias inmediatas para frenar el deterioro medioambiental.
En este sentido yo pertenezco a Sannas, Asociación de Empresas por el Triple Balance, que representa a más de 20 sectores. Actualmente ya sobrepasamos las 100 empresas y todas trabajan activamente por generar un impacto Ecológico, Económico y Social positivo. Trabajando y colaborando entre nosotras estamos demostrando que el cuidado medioambiental no está reñido con la empresa. Estamos dentro del Cuarto Sector cuyo objetivo es que el beneficio generado por la actividad empresarial sea equitativo por partida doble, es decir, el Triple Balance.
Si no integramos en nuestro día a día acciones sostenibles, ¿cómo crees que será la situación dentro de 50 años?
Pues la situación va a ser tremenda, e incluso mucho antes si no ponemos remedio desde ya. Entiendo perfectamente el pánico que Greta Thunberg quiere que sientan los dirigentes mundiales, pone frente a ellos una situación que no vivirán, pero que es su legado. No son capaces aún de ver el alcance de sus acciones y el punto en el que nos han situado con su desidia y despreocupación, con sus magnos tratados mundiales que no han llegado a ningún lado. El tiempo se ha cumplido; es ahora cuando tenemos que actuar. La burocracia mata.
Dicho esto, yo soy optimista, creo que encontraremos las soluciones y que conseguiremos que la cuarta revolución industrial sea verde. Para ello trabajo a diario.
