Siguiendo con el ciclo de entrevistas sobre el mundo cooperativo y la economía social, y con el objetivo de reflexionar sobre la situación actual y futura de las cooperativas que fomentan la economía sostenible, nos encontramos en esta ocasión con Juan Antonio Pedreño, presidente de la Confederación Española de la Economía Social (CEPES).
Integrada por 26 organizaciones —confederaciones estatales o autonómicas y grupos empresariales específicos como cooperativas o empresas de inserción—, la CEPA actúa como entidad interlocutora para la construcción de políticas públicas y sociales que promuevan el modelo de empresa de economía social que pone a las personas en el centro.
En esta entrevista, Juan Antonio Pedreño nos habla, entre otras cosas, de la importancia de tener visibilidad en el entorno más próximo y del futuro que las cooperativas tienen por delante gracias a las preocupaciones de Europa en temas como la precariedad laboral o la desigualdad.
- ¿Qué consideras que aportan las cooperativas a la sociedad?
Se trata de un modelo empresarial que aporta algo muy importante: sitúa a la gente en el centro de su actividad. Como consecuencia, genera una mejor calidad de vida.
Además, las cooperativas se basan en la responsabilidad social, la solidaridad, la igualdad, la participación, la democracia…, vectores que conforman una forma diferente de operar y que ponen en valor el hecho de que, si los desarrollamos, las personas mejoran su calidad de vida profesional y personal.
Por ello, el reto de las cooperativas es resolver cómo hacer ver a la sociedad lo que este modelo empresarial les aporta.
Sin duda, tener visibilidad en la sociedad será la forma de que se conozca este modelo en el cual el capital es necesario, pero es subordinado al trabajo y a la persona, no es el fin en sí mismo. Porque el cooperativismo es un modelo diferente respecto a lo conocido de toda la vida, no es clásico. Es un modelo en el que el dinero aquí es necesario pero no es el objetivo, sino que sirve para la consecución del deseo de una mejora de la calidad de vida de la sociedad.
- ¿Cuáles consideras que son los retos de la economía social?
El gran reto de la economía social es configurar una sociedad diferente.
Otro gran reto es trasladar a la sociedad información para que conozca los principios que giran alrededor del modelo cooperativo, que es participativo, con valores de igualdad, solidaridad y democracia, en el cual la RSC es parte de su ADN.
Para una empresa cooperativa, la evolución del entorno es tan importante como su propia empresa.
Pero existen otros retos relacionados con la visibilidad: conseguir una mayor interlocución con los responsables políticos para que conozcan los objetivos del modelo cooperativo, formar parte del diálogo social… En definitiva, que tanto el tejido empresarial como los políticos comprendan que las cooperativas forman parte del empresariado, aun siendo un tipo de empresa diferente.
- ¿Con qué valores asocias el cooperativismo?
Los principios básicos se establecieron hace más de 170 años y tienen absoluta vigencia. Este modelo cuenta ya con más de 1.000 millones de personas en el mundo que creen en su funcionamiento empresarial, en su responsabilidad con el entorno…
Y esto es gracias a tener unos valores muy sólidos como la solidaridad, la igualdad, la democracia, la participación, la ética, la honestidad…, los cuales configuran una forma diferente de funcionar haciendo partícipes a los socios o personas que integran la cooperativa del proyecto empresarial.
Además, cuando hablamos de igualdad no es solo de género o de salario, sino que se extiende a todo el ámbito de la sociedad. Es decir, no es un tema solo interno de las cooperativas, sino también de las relaciones externas.
- ¿Qué rasgos debe tener, para ti, una cooperativa?
Considero que, allá donde esté la cooperativa, el entorno debe saber qué es una cooperativa, porque esto significa que todo funciona bien.
Una cooperativa se debe distinguir allá donde esté presente por su comportamiento con la sociedad. Para mí, este es el punto clave que debería definir a una cooperativa y a sus cooperativistas.
En CEPES estamos trabajando para que las cooperativas ofrezcan buenas condiciones laborales reales, que no sea solo un modelo al que acogerse para tener una buena consideración, sino que realmente sean empresas sociales. Por eso luchamos contra mala praxis.
- ¿Cuál es el futuro de las cooperativas?
Sin duda, es un futuro brillante: es la empresa del futuro. Esto queda reforzado porque en Europa se lucha contra dos temas clave actualmente: el crecimiento de la desigualdad y el empleo precario.
Y el cooperativismo lucha contra el empleo precario con jornada completa y otras medidas. Y también contra el crecimiento de la desigualdad, porque en una cooperativa prácticamente el nivel del socio que más tiene con relación al que menos es de 1 a 3, así no hay desigualdad. Es un modelo que apuesta por el equilibrio.
Además, Europa apuesta por un modelo más social en el que las empresas tengan estos valores, valores que encierra este modelo cooperativo.
Naciones Unidas ha creado un grupo de trabajo para un futuro Plan de Acción Europeo para la Economía Social. Así que, si las cooperativas corrigen algún déficit de gestión que puedan tener, y con la apuesta de Europa por estos valores, puede ser el modelo del futuro.
