Coincidiendo con la Semana de la Inversión Socialmente Responsable, el Grupo Caja de Ingenieros ha organizado, junto con Spainsif, una mesa redonda sobre la agenda 2030 en inversión sostenible, punto de encuentro donde varios expertos en gestión de inversiones han puesto en valor la importancia del cumplimiento de la agenda 2030 en cuanto a inversión sostenible y su papel en la consecución de los ODS.
En primer lugar, Iñaki Irisarri, responsable de desarrollo sostenible del Grupo, ha introducido la sesión hablando de la ralentización de la consecución de los ODS a causa de la pandemia provocada por la COVID-19, y de como los países están lejos de llegar a los objetivos establecidos por la agenda 2030.
Por este motivo, añade que “los expertos en inversión pueden aportar su grano de arena a la consecución de los ODS y la agenda 2030 mediante el fomento de la inversión socialmente responsable”.
Así pues, se ha indicado la importancia de integrar los ODS dentro de la estrategia financiera, lo cual ya hacen la mayoría de las empresas, y de impulsar un sistema financiero orientado a la inversión sostenible a largo plazo que atenúe los efectos de posibles crisis o pandemias.
El desarrollo de las finanzas sostenibles
Uno de los temas tratados ha sido el progreso de las finanzas sostenibles, las cuales han evolucionado gracias a productos financieros innovadores que ofrecen rentabilidad e impactan de manera positiva sobre alguno o varios de los ODS. Aun así, los expertos apuntan que se deberían tener herramientas de medida comunes y seguir los mismos criterios para evaluar las carteras con el objetivo que la Inversión Socialmente Responsable (ISR) pueda dar un paso más en su desarrollo.
La Inversión Socialmente Responsable (ISR)
Además, los expertos reunidos en esta mesa redonda han señalado el hecho que, en pocos años, la inversión socialmente responsable ha tenido un desarrollo muy importante y demostrado su rentabilidad. La manera de invertir ha ido evolucionando, y se ha pasado de aplicar criterios de exclusión en la inversión (no se invierte determinados sectores o empresas que no cumplen con los objetivos de los inversores, como el sector armamentístico o el del tabaco) a focalizarse en la inversión de impacto, es decir, centrándose directamente en sectores y empresas que generan un efecto positivo en la consecución de los ODS y teniendo en cuenta, no solo los criterios financieros, sino los extra financieros.
