Siguiendo con el ciclo de entrevistas sobre el mundo cooperativo y la economía social, y con el objetivo de reflexionar sobre la situación actual y futura de las cooperativas que fomentan la economía social y sostenible, nos encontramos en esta ocasión con Celobert Cooperativa, que trabajan para fomentar el derecho a la vivienda y la arquitectura con una mínima huella ecológica.
Profesionales del ámbito de la arquitectura, la ingeniería y el urbanismo forma parte de Celobert Cooperativa. Este quipo multidisciplinar, con más de 15 años de experiencia, une sus esfuerzos para poner sus conocimientos al servicio de la sociedad. Desde Celobert consideran que una buena red es clave para poder generar el impacto esperado. Así pues, el trabajo colaborativo entre colectivos y plataformas sociales, administraciones publicas y redes de ámbito profesional es clave para incorporar la eficiencia energética a los proyectos, reducir el impacto medioambienta de las construcciones, y promover el derecho a la vivienda en pueblos y barrios.
¿Cómo os definiríais como cooperativa?
Celobert Cooperativa es una cooperativa sin ánimo de lucro formada por especialistas en el ámbito de la arquitectura, la ingeniería y el urbanismo que trabajamos con la convicción de que, desde los servicios técnicos, también se puede construir una sociedad mejor.
A nivel interno, nos organizamos según los principios cooperativos de ayuda mutua, responsabilidad ecosocial, democracia interna, equidad y solidaridad; somos una empresa de propiedad conjunta y gestionada democráticamente.
¿Cuál es su misión?
Queremos transformar la sociedad a través del trabajo técnico enfocado a las diferentes escalas del hábitat: desde la arquitectura y la ingeniería, al urbanismo y la vivienda. Con nuestra actividad favorecemos el ahorro y la eficiencia energética de los edificios, trabajamos para reducir la huella ecológica durante el proceso constructivo y fomentamos la cohesión social y el derecho a la vivienda en pueblos y ciudades.
¿Qué consideras que aportan las cooperativas en la sociedad?
Las cooperativas somos una alternativa real a la economía que prioriza el beneficio económico ante las personas. Somos empresas que apostamos por una organización horizontal y trabajamos para crear puestos de trabajos dignos y compatibles con la vida. Además, hacemos realidad proyectos colectivos que apuestan por valores humanos y medioambientales.
Y no somos un sector económico minoritario; según datos aportados por la Generalitat de Cataluña*, la economía social y solidaria que se crea alrededor del cooperativismo dio trabajo al 10% de la población y generó el 8% del PIB, durante 2018.
¿Qué proyectos puede llevar a cabo una cooperativa como la vuestra para fomentar la sostenibilidad?
En el ámbito de la arquitectura y la ingeniería diseñamos edificios energéticamente eficientes, fomentamos prácticas de ahorro energético y utilizamos materiales de bajo impacto ambiental para reducir la huella ecológica. Además, acompañamos a particulares y colectivos de autopromoción durante todo el proceso de construcción o rehabilitación del edificio, haciéndolos participar en las diferentes fases del proyecto.
En el ámbito urbanístico trabajamos por el derecho a la vivienda y la cohesión social a través de proyectos adaptados a las necesidades y realidades del entorno, y lo hacemos juntamente con la ciudadanía, entidades locales y administración pública. Apostamos por prácticas que potencian los derechos sociales y ambientales a través de la activación de vivienda en desuso y fomentando nuevos modelos de acceso a la vivienda no especulativo, como la granja urbana y las cooperativas en cesión de uso.
¿Cuál crees que es el futuro de las cooperativas? ¿Hacia dónde van?
Siguiendo con los datos que ofrece la Generalitat sobre el sector, se constata que el cooperativismo catalán no sólo está en alza, sino que ha demostrado ser fuerte incluso durante la crisis: en 2018 se crearon 210 nuevas cooperativas y durante los peores años de la crisis, del 2008 al 2012, se crearon casi 500, sin bajar nunca del 75% de contratación indefinida. Es decir, no sólo es una alternativa que tiene una influencia positiva sobre las personas y el entorno, sino que es una fórmula que funciona y que hay que potenciar. En este sentido, creemos que es importante que se siga trabajando por una ley de economía social en el ámbito catalán para proteger y fomentar su práctica.
