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¿Cómo afectan los plaguicidas a la vida humana y la tierra?

Actualidad Social

¿Cómo afectan los plaguicidas a la vida humana y la tierra?

El día 3 de diciembre se celebra el Día Mundial del No Uso de Plaguicidas, que pretende llamar la atención a la población mundial sobre la grave crisis ambiental originada por el uso de los agroquímicos a nivel global. 

¿Qué es un plaguicida?

Es una sustancia o mezcla de sustancias destinadas a controlar cualquier tipo de plaga, matar, repeler o interrumpir el crecimiento de seres vivos que interfieren en la producción agropecuaria y forestal. En el mundo se utilizan más de 1.000 plaguicidas para evitar que las plagas estropeen o destruyan los alimentos. Cada plaguicida tiene propiedades y efectos toxicológicos distintos.

Muchos de los plaguicidas más antiguos que ya no están protegidos por patentes, como el diclorodifeniltricloroetano (DDT) y el lindano, pueden permanecer durante años en el suelo y el agua. Estas sustancias han sido prohibidas en los países signatarios del Convenio de Estocolmo de 2011, un acuerdo internacional cuyo objetivo es eliminar o restringir la producción y la utilización de contaminantes orgánicos persistentes.

¿Cuál es el objetivo de este día?

En definitiva, el objetivo de esta jornada es reflexionar sobre el rumbo de la agricultura de monocultivos con uso intensivo de agrotóxicos, que muestra una creciente contaminación y causa graves desequilibrios en los ecosistemas. De hecho, en este día se recuerda a las más de 16.000 personas fallecidas como consecuencia de la catástrofe de Bophal en el año 1984 debido al escape de 27 toneladas del gas tóxico metil isocianato, que era utilizado para la fabricación de un plaguicida.

¿Qué efectos pueden tener sobre la vida humana? 

Existe un gran número de plaguicidas con alta toxicidad y peligrosidad para la vida humana. La Organización Mundial de la Salud confirma que al año mueren 100.000 personas por el uso de pesticidas y unas 200.000 son intoxicadas de forma aguda por la utilización de los plaguicidas en la agricultura y ganadería, siendo muy vulnerables los niños.

Hace 15 años, se usaban dos o tres litros de glifosato por hectárea. Como la naturaleza se defiende, surgen insectos y plantas resistentes que requieren más dosis y productos más tóxicos, por lo que hoy se fumiga con más de ocho litros y se agregan otros herbicidas más tóxicos.

Muchos países, presionados por la opinión pública, controlan seriamente el uso de estos venenos. Incluso países como Holanda, Dinamarca o Suecia tienen programas para disminuir en un 30 por ciento el uso de agrotóxicos de aquí a tres años.

Alcance del problema 

Los plaguicidas son una de las principales causas de muerte por intoxicación voluntaria, sobre todo en los países de ingresos intermedios y bajos. Debido a que son intrínsecamente tóxicos y se aplican deliberadamente para que se propaguen en el medio ambiente, su producción, distribución y utilización debe regirse por un control y una reglamentación estrictos. Además, es necesario hacer un seguimiento regular de sus residuos en los alimentos.

La OMS tiene dos objetivos en relación con estos productos:

  • Hacer que se prohíban los plaguicidas más tóxicos para el ser humano y los que permanecen durante más tiempo en el medio ambiente.
  • Proteger la salud pública mediante el establecimiento de límites máximos de residuos de los plaguicidas en los alimentos y el agua.