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Incertidumbre geopolítica: conflicto Rusia-Ucrania

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Incertidumbre geopolítica: conflicto Rusia-Ucrania

El pasado mes de enero publicamos nuestro informe Outlook 2022: Perspectivas Económicas y Financieras. En este documento explicábamos que el entorno económico actual, combinado con las expectativas sobre las políticas fiscales y monetarias, apuntaba hacia unas perspectivas razonablemente positivas para las inversiones en los mercados financieros a medio plazo. Eso sí, argumentábamos que preveíamos un potencial de rentabilidad inferior a los últimos años y un entorno de mayor incertidumbre y volatilidad a causa de algunos factores de riesgo económicos (restricciones en la oferta y tensiones alcistas en precios) y geopolíticos, especialmente, el conflicto Rusia-Ucrania.

El conflicto Rusia-Ucrania 

La invasión de Ucrania por parte de Rusia del pasado 24 de febrero, que se produjo después de una semana de una rápida escalada de tensiones, sorprendió a la comunidad internacional por su intensidad y su escala. En el momento de escribir este documento, las tropas rusas bombardeaban infraestructuras estratégicas y se estaban acercando a la capital, Kiev.

Esta situación supone un nuevo factor de incertidumbre en este aspecto por su impacto en los precios de la energía a corto plazo y por riesgo de un ajuste de las perspectivas económicas e inflacionistas en Europa a medio-largo plazo.

Además, la voluntad política y la opinión pública en la mayoría de los países es la de ejercer presión a Rusia de forma política y económica. De este modo, tanto la UE como EE. UU. han anunciado sanciones económicas y financieras: bloquear la actividad de sus principales bancos, excluir a Rusia de los mercados de capitales internacionales, aplicar la suspensión del inicio del funcionamiento del gaseoducto Nord Stream 2 y limitar las exportaciones. Adicionalmente están estudiando medidas que pueden afectar a la capacidad tecnológica de Rusia. 

Posibles consecuencias económicas del conflicto Rusia-Ucrania

Las consecuencias económicas del conflicto para EE. UU. y especialmente para Europa dependerán de i) la duración de la guerra y ii) la continuidad de las exportaciones rusas de gas natural. ¿Cómo puede impactar la guerra en la economía europea?

  • Exportaciones

El impacto directo en la economía europea, a través de las exportaciones, es reducida. Rusia solo representa el 5 % de las exportaciones de la UE, un 1 % del PIB.

  • Energía

La UE tiene una elevada dependencia del gas procedente de Rusia. Una reducción de la oferta y/o una continuación de los precios elevados tendrán un impacto negativo en la demanda interna por el efecto de la menor renta disponible de los consumidores y por el incremento de los costes empresariales.

Un cierre total de las exportaciones de energía rusa (escenario menos probable según lo explicado anteriormente) tendría consecuencias severas para varias economías europeas.

  • Condiciones financieras

El incremento de la volatilidad y la reducción de la liquidez en los mercados financieros, combinado con un incremento de los diferenciales de crédito, están provocando un endurecimiento de las condiciones financieras. En caso de mantenerse así durante un periodo prolongado, actuará como un incremento implícito de los tipos de interés con impacto en las decisiones de inversión y de consumo a medio plazo. Este rápido endurecimiento durante estos primeros días de la guerra puede causar una actitud de cautela de los bancos centrales.

A corto plazo, y según explicábamos anteriormente, se retrasa la moderación del IPC por la continuación de los precios de la energía y de los alimentos en niveles elevados. En función de la duración de la situación actual, la inflación incluso podría volver a incrementarse. Pero los efectos a medio y largo plazo serían distintos, ya que el ajuste a la baja de la actividad económica previsiblemente reducirá las expectativas de inflación para los próximos años. 

Conclusiones

Los primeros dos meses de 2022 seguramente son el arranque más volátil para nuestras carteras de inversiones en muchos años. La combinación de un giro abrupto de la política monetaria junto con una guerra que directa o indirectamente implica a muchos países a escala mundial, y que puede tener consecuencias para el mercado de la energía, de materias primeras en general, y para la actividad económica, han causado una fuerte corrección de todos los mercados financieros.

La evolución del conflicto de Rusia-Ucrania es una incógnita que, sin duda, continuará generando sesiones de volatilidad en los distintos activos financieros. Como en muchos conflictos geopolíticos, it gets worse before it gets better” porque, desafortunadamente, los procesos de negociación política son más eficaces en momentos de fuertes crisis.

Pero, por otra parte, no podemos olvidar que el entorno económico antes del conflicto de Rusia-Ucrania era muy positivo, que la política fiscal continúa siendo expansiva y que los bancos centrales posiblemente retrasen sus planes de normalización. También sabemos que existen intereses internacionales a favor de una resolución relativamente rápida del conflicto, que los mercados financieros suelen reaccionar con excesiva volatilidad a eventos geopolíticos y que, con un horizonte de inversión a medio y largo plazo, las valoraciones actuales de los activos de riesgo se encuentran en niveles más favorables que a principios de año.

Recomendamos, por tanto, prudencia, cautela y paciencia en estos momentos de volatilidad e incertidumbre. Son, sin duda, momentos de máxima importancia de la gestión de riesgos, pero sin dar un peso excesivo a los aspectos negativos ni olvidarnos de los factores positivos que también existen.