Como cada año, el día 22 de marzo celebramos el Día Mundial del Agua para recordar que este líquido es imprescindible para nuestra existencia y que aún hay 2.200 millones de personas que viven sin acceso a agua potable. Por este motivo, es importante concienciar sobre la crisis mundial del agua que vivimos y la necesidad de preservar y proteger este recurso vital.
Porque no solo utilizamos el agua para beber o en acciones diarias como lavarnos las manos o ducharnos. Este uso solo representa un 4% del total que consumimos; el resto se utiliza de forma directa o indirecta para la realización de un bien, producto o servicio. Este tipo de uso se conoce como “agua virtual”, ya que no se ve directamente, pero está presente en los alimentos y productos que consumimos a diario.
¿Cuántos litros de agua requiere la producción de los alimentos?
Para conocer qué cantidades se encuentran tras la fabricación y elaboración de cada producto se creó el concepto de “huella hídrica”. Este indicador varía en función del país y de su desarrollo. Para los más avanzados, la huella hídrica por persona es mucho más grande a causa del mayor poder adquisitivo y del consumo de productos industrializados. En contraste, los países en desarrollo generalmente tienen una huella hídrica menor. En el siguiente enlace puedes calcular tu huella hídrica.
Medidas para reducir el consumo de agua virtual:
- Comprar solamente aquellos productos que necesitamos.
- Apostar por productos reciclados o de larga vida útil, ya que su consumo de agua virtual es comparativamente más bajo.
- Reducir el consumo de carne, ya que es el alimento que más recursos hídricos necesita para producirse.
- Consumir preferentemente productos locales para evitar el consumo oculto de agua que se necesita para su transporte.
- Evitar los productos que contribuyen a la contaminación del agua, como los que utilizan grandes cantidades de sustancias tóxicas y/o peligrosas en su fabricación.
En definitiva, si queremos reducir el impacto que tenemos en el medioambiente, existen alternativas. Si nos convertimos en agentes de cambio, entre todos podemos alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6: Agua y saneamiento para todos antes de 2030.
