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¿Cómo podemos ahorrar energía con la calefacción?

Actualidad General

¿Cómo podemos ahorrar energía con la calefacción?

Con la llegada del frío, la calefacción se convierte en una gran aliada en nuestro hogar, que a menudo aumenta la factura de la luz durante los meses más fríos. 

Además, los hogares consumen más energía de lo que pensamos. De hecho, se prevé que el consumo de energía en casa aumente un 65 % para el 2050. Por este motivo, son importantes las nuevas políticas y regulaciones que tienen como objetivo reducir la huella de carbono y mantener el calentamiento global por debajo de los 1,5 °C respecto a la etapa preindustrial.  

Hogares con mayor eficiencia energética 

Tener un hogar que cuente con una mejor eficiencia energética aumenta la calidad de vida de las personas, reduce costes y mejora sustancialmente tanto la salud como el medioambiente.  

Minimizar el nivel de dependencia hacia la energía es posible mediante el aislamiento y la ventilación del edificio, que tienen que reflejar las condiciones climáticas locales. Es importante definir las especificaciones para un aislamiento óptimo de puertas y ventanas en la fase de planificación.  

Sin embargo, es imposible reducir nuestras necesidades de climatización de una vivienda a cero. Por lo tanto, para ahorrar más podemos optar por energías renovables, más eficientes energéticamente, para la refrigeración, la calefacción u otras necesidades energéticas. 

Una solución por sí sola no es suficiente  

Las energías renovables son una nueva manera de consumir electricidad. Lo que definimos como autoconsumo se produce cuando las viviendas consumen energía producida por instalaciones próximas o propias, como paneles fotovoltaicos o miniaerogeneradores, y que, por lo tanto, no dependen del sistema convencional de distribución de electricidad. Este tipo de consumo de electricidad es más sostenible y ayuda a reducir significativamente la huella de CO₂ de las viviendas.  

Sin embargo, la adopción de tecnologías solares en el territorio nacional se ve empañada por un bajo retorno de la inversión, y, por lo tanto, no es suficiente que las casas se vuelvan solares. Para maximizar su uso, necesitamos un sistema que pueda gestionar la generación y la demanda de energía de una manera más eficiente como, por ejemplo, un sistema híbrido con equipos de generación térmica renovable y sistemas de aerotérmica para minimizar el consumo de la vivienda.  

Esto implica una solución inteligente y eficiente que pueda gestionar todas las fuentes de energía y las principales cargas del hogar para que la mayor parte del consumo se pueda hacer aprovechando la energía solar.  

Los sistemas de gestión inteligente de la energía del hogar pueden ayudar a los usuarios a programar la distribución de manera más eficiente. Por ejemplo, permitiendo que se almacene el exceso de energía solar y distribuirlo en momentos de gran uso de energía, como cuando la calefacción está encendida o cuando el vehículo eléctrico de los propietarios necesita cargarse.  

Las soluciones inteligentes ayudan a ahorrar costes, ya que aprovechan mejor la producción solar y, por lo tanto, aumentan el ROI (retorno de la inversión) de la instalación. Muchas de estas soluciones también aseguran que el consumo de la red se realice en momentos de tarifas bajas, por lo que la factura a final de mes se reduce. 

¿Qué pasa con las viviendas que no son de nueva construcción?  

Aproximadamente, el 80 % de las construcciones que tendremos en 2050 ya están construidas en la actualidad. Por lo tanto, ¿qué pasa con las viviendas que ya existen? La respuesta es la modernización.  

En este caso, el proceso pasa por una rehabilitación de la vivienda y/o mejorarla mediante el uso de tecnologías digitales y sostenibles. Las reformas que se pueden realizar para ahorrar energía van desde simplemente aislar la casa y poner ventanas de doble acristalamiento hasta implementar luces LED o instalar sistemas de aerotérmica para aprovechar mejor la energía autoproducida. La tecnología necesaria para evolucionar hacia un futuro más sostenible ya está aquí y tenemos que aprovecharla.  

Como vía de financiación de estas opciones verdes existen los préstamos ECO de Caja de Ingenieros, una alternativa ecológica que permite un considerable ahorro económico, reducir el consumo de energía no renovable y mejorar el rendimiento de las instalaciones.  

Además de los beneficios individuales energéticos, la contratación de este tipo de préstamos también tiene una repercusión social, ya que permite implementar opciones verdes que contribuyen, a su vez, a reducir la huella de carbono. Así es posible mitigar, también, el cambio climático y contribuir en tres de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS):  

  • ODS 7 – Energías renovables: garantizar el acceso de todas las personas a fuentes de energía asequibles, fiables, sostenibles y renovables.
     
  • ODS 11 – Ciudades y comunidades sostenibles: crear ciudades sostenibles y asentamientos humanos que sean inclusivos, seguros y resistentes.
     
  • ODS 13 – Lucha contra el cambio climático: combatir con urgencia el cambio climático y sus efectos.