A raíz de la celebración del Mundial de Fútbol, queremos reflexionar sobre cómo aproximarse a grandes eventos desde el punto de vista de la inversión. Alrededor de todo gran evento se genera una gran actividad económica, por ejemplo, se realizan más pagos con tarjeta o se compran más camisetas de las selecciones.
Todas estas situaciones se producen durante cada gran evento, por lo que no sería descabellado pensar que, como inversores, podemos aprovecharnos de esta realidad a corto plazo. Sin embargo, esto no es así, ya que cuando todos los participantes conocen una realidad, nadie puede beneficiarse de esa información.
El hecho de que no podamos beneficiarnos a corto plazo no significa que la presencia de estas compañías en los grandes eventos sea insignificante para el inversor, simplemente debemos aproximarnos a ellas bajo otro prisma. Podemos sacar conclusiones interesantes si tenemos en cuenta dos de las herramientas más útiles de un inversor: el conocimiento de la estrategia de la compañía y la paciencia.
¿Qué supone para Visa formar parte del Mundial?
En un sector en el que la confianza es básica, ser el encargado de la infraestructura de pagos en un evento con una densidad superior a la habitual le permite demostrar la fiabilidad de su propuesta, aumentar su base de datos e, incluso, probar nuevos métodos de pago.
¿Qué supone para Nike y Adidas patrocinar a las principales selecciones y jugadores?
La ropa deportiva es un sector en el que la publicidad es fundamental, y copar las fases finales es una gran campaña publicitaria que sustenta este duopolio.
En definitiva, el análisis que hace Caja de Ingenieros Gestión va más allá del incremento en ventas que pueda verse en un trimestre y se centra en saber la capacidad de crear nuevas barreras y de mantener sus ventajas competitivas teniendo la paciencia necesaria para que estas ventajas competitivas desarrollen todo su potencial y disfrutar de la composición de los beneficios.
