La educación financiera nos permite entender el funcionamiento del dinero tanto en el ámbito individual como en el ámbito colectivo. Además, nos ayuda a tomar decisiones informadas sobre cómo administrar nuestras finanzas personales y planificar nuestro futuro financiero. Una parte importante de la educación financiera es entender las diferencias entre los distintos productos financieros disponibles, ya que cada uno de ellos tiene sus propias características y riesgos. Pero, en primer lugar, tenemos que entender el concepto de “producto financiero”.
¿Qué son los productos financieros?
Los productos financieros son herramientas que adquirimos con entidades financieras, como bancos, cajas de ahorro y cooperativas, para administrar, ahorrar e invertir nuestro dinero. Aunque esto pueda sonar abstracto, estamos en contacto con estos productos en mayor o menor medida en nuestra vida diaria cotidianamente. Por ello, es importante comprender los diferentes productos financieros y su función en nuestra gestión financiera.
Podemos clasificar los productos financieros en tres categorías diferentes: ahorro, inversión y financiación.
- Los productos de ahorro incluyen cuentas corrientes y de ahorro, depósitos a plazo fijo y otros similares.
- Los productos de inversión incluyen planes de pensiones, fondos de inversión y acciones.
- Los productos de financiación incluyen créditos y préstamos, hipotecas y otros similares.
Finalmente, cada uno de estos productos tiene sus propias características y beneficios, y hay que comprenderlos para tomar decisiones informadas sobre nuestras finanzas.
Los productos financieros más comunes
Los depósitos son las cuentas donde podemos guardar el dinero. Por ejemplo, un depósito a plazo fijo es un producto de ahorro mediante el cual depositamos una cantidad de dinero durante un periodo determinado y obtenemos una rentabilidad pactada en el momento de la contratación.
En segundo lugar, las tarjetas son una herramienta para administrar los fondos depositados. Conviene conocer las diferencias para decidir en cada momento qué sistema de pago preferimos.
Por un lado, la tarjeta de débito permite pagar al momento y se vincula a la cuenta de ahorros, es decir, cada pago implica automáticamente una retirada de dinero de tu cuenta bancaria. Por la otra banda, la tarjeta de crédito permite pagar al cabo de un mes. En este caso, la entidad financiera te anticipa el dinero de la compra, pero no lo retira automáticamente de tu cuenta, y a final de mes se liquidan las deudas.
Desde Caja de Ingenieros os ofrecemos diferentes tarjetas para hacer compras de manera rápida y segura.
En tercer lugar, los préstamos o créditos son la cantidad de dinero a la que recurrimos cuando necesitamos financiar algún gasto elevado. En este caso, también hay de varios tipos, pero, sea cual sea tu proyecto, en Caja de Ingenieros encontrarás el préstamo que se ajusta a él.
Por último, los fondos de inversión y de pensiones se pueden valorar como una forma de ahorro a largo plazo, los cuales sirven para recuperar el dinero con un beneficio variable después de un periodo determinado.
En Caja de Ingenieros nos comprometemos a invertir en fondos de inversión socialmente responsable (ISR) con el objetivo de incorporar criterios éticos, sociales y ambientales al proceso de toma de decisiones de inversión, de manera complementaria a los tradicionales criterios financieros.
En resumen, los productos financieros son herramientas esenciales para gestionar y proteger los activos de una persona o empresa, ya que existen muchas opciones disponibles en el mercado para adaptarse a las necesidades individuales y financieras de cada persona.
Por lo tanto, es importante investigar y entender las características y los niveles de riesgo y rendimiento de cada producto financiero antes de tomar una decisión. Además, es recomendable trabajar con profesionales financieros calificados para obtener orientación y desarrollar una estrategia financiera sólida.
Como grupo financiero y asegurador, en el Grupo Caja de Ingenieros ofrecemos soluciones financieras y de inversión específicas con el objetivo de que puedas rentabilizar tus recursos. Nuestros profesionales están altamente cualificados y coordinan su actividad con las áreas de gestión de activos financieros, ofreciendo un asesoramiento integral que te ayudará a adaptar correctamente tus inversiones financieras y tus planes de ahorro según tus necesidades y según tu perfil de riesgo, teniendo en cuenta el panorama económico actual.
En conclusión, invertir en productos financieros es esencial para asegurar tu futuro financiero y proteger los activos.
