Artículos guardados
¿En qué se basa la economía circular?

Finanzas Glosario

¿En qué se basa la economía circular?

En un mundo de prácticamente 8.000 millones de personas cuyo poder adquisitivo es cada vez mayor y en donde los hábitos o patrones de consumo se occidentalizan, todo hace indicar que, a pesar de haber permitido el desarrollo del sector industrial y posibilitar un crecimiento económico sin precedentes a lo largo de la historia, a medida que sigue aumentando la población y avanzando la sociedad el modelo tradicional de consumo es insostenible, especialmente teniendo en cuenta la limitación de los recursos naturales como, por ejemplo, el agua y las dificultades en la gestión de estos.

La economía circular es precisamente un modelo económico cuyo objetivo es tratar de romper la linealidad en los patrones de consumo actuales que se ejemplifican a través del círculo vicioso entre producción–consumo–desperdicio, y abogar por la reutilización de los productos o recursos ya existentes dentro de la propia economía. Queremos circularidad frente a linealidad. En esencia, este nuevo modelo económico trata de desvincular el desarrollo económico con el uso de recursos naturales.

Mientras se siguen investigando y desarrollando nuevas tecnologías y nuevos materiales que permitan llevar a cabo una mejor gestión de los residuos como, por ejemplo, el plástico biodegradable, el concepto de reutilización se focalizaría sobre dos objetivos principales:

  • Gestionar de forma más eficiente los recursos disponibles de manera que se reduzca la presión actual sobre áreas como la agricultura y que permitan, por ejemplo, aliviar la tendencia de desforestación o insalubridad.
  • Reducir la generación de residuos cuyo incremento exponencial está poniendo al límite la capacidad y gestión del espacio, teniendo en cuenta que muchos de los desechos se gestionan de forma inapropiada en vertederos o directamente lanzados a mar abierto, sin olvidar la fuerte presión medioambiental en forma de emisiones de CO2 a la atmósfera.

Aunque algunos críticos del modelo aducen un potencial impacto económico negativo derivado de la menor producción y posterior venta de productos, algunos estudios apuntan que su adopción no necesariamente implicaría un menor potencial de crecimiento, ya que sus beneficios económicos, como, por ejemplo, la creación de nuevas industrias, la generación de empleo o la mejora de las cadenas de aprovisionamiento, así como sus beneficios sobre las personas (salud), superarían con creces los riesgos asociados con el cambio de modelo.