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Los cuellos de botella por el lado de la oferta amenazan la estabilidad económica

Finanzas

Los cuellos de botella por el lado de la oferta amenazan la estabilidad económica

Hace escasamente un año, en la edición del Gestiona de marzo–abril, discutíamos sobre las que creíamos iban a ser las consecuencias a corto plazo del impacto económico de la pandemia, y entre las cuales destacaban principalmente dos: la debilidad de la demanda, típica de un periodo recesivo, y los potenciales shocks de oferta por la parada de factorías para ajustar las producciones a la nueva realidad conjuntamente con un colapso del comercio mundial y una amenaza a la estabilidad económica.

Mejora gradual de la demanda

Bien, un año después y tras experimentar una paulatina mejoría por el lado de la demanda gracias a los avances de las campañas de vacunación y a la reactivación económica, los problemas de oferta entonces mencionados empiezan a ser cada vez más evidentes, especialmente en aquellas industrias pesadas con mayor dependencia del ciclo económico.

Debido a la sorprendente velocidad de recuperación de las economías y al alargamiento de los lead times o tiempos de espera en determinadas industrias, se están produciendo problemas serios de desabastecimiento en un sinfín de sectores: desde la producción de madera hasta el suministro de metales industriales, pasando por la pulpa de celulosa. Todo ello está catapultando el precio de las materias primas y, como resultado, las preocupaciones de unos mayores niveles de inflación de los esperados en la economía en la medida que los precios se traspasan progresivamente a los consumidores.

Semiconductores

No obstante, hay una industria que está en boca de todos al ser particularmente crítica en el entorno digital en el que vivimos: los semiconductores. Tras destaparse la falta de semiconductores para la industria automovilística que está limitando la producción y teniendo severas consecuencias (algunas compañías como Ford, VW o Jaguar ya han anunciado el cierre de plantas), el desabastecimiento se está trasladando a otras industrias como, por ejemplo, productos electrónicos, electrodomésticos u ordenadores y servidores.

El problema tiene difícil solución, ya que requiere de niveles de inversión extremadamente elevados y tardará trimestres en resolverse, lo que ralentizará el ritmo de recuperación económica.

En este sentido, según el gestor de inversiones norteamericano PIMCO, durante la actual campaña de presentación de resultados empresariales, las referencias de los equipos directivos a presiones en los costes, precios o inflación están en máximos y prácticamente una de cada tres compañías hace mención en su comunicación.

En esta línea, otra investigación académica por parte del banco de inversión BofA demuestra, de forma empírica, cómo existe una correlación entre el número de veces que los equipos directivos mencionan en sus presentaciones la palabra inflación y los precios repuntan en meses posteriores. Y las preocupaciones no solo se centran en las materias primas, sino que se está produciendo una clara escasez de mano de obra, tanto general como especializada, que está presionando los salarios al alza.

Estabilidad económica

Para mayor tranquilidad, parte de estos problemas suelen ser transitorios por naturaleza y los cuellos de botella que se experimentan en la actualidad deberían ir solventándose a medida que:

  1. se haya producido el aprovisionamiento necesario para la normalización de las operaciones
  2. las compañías adapten su producción al nuevo nivel de demanda, ya sea a través de la reutilización de las factorías o de nuevas inversiones en capital fijo.

No obstante, en el pasado, estas distorsiones se solucionaban tomando una aproximación puramente financiero-económica. Sin embargo, en el actual entorno, la gestión empresarial está más enfocada en la maximización de todos los grupos de interés y no solo de los accionistas, por lo que la solución a la problemática actual puede tornarse más compleja y llena de retos.

Poco a poco se está acelerando en el proceso de descarbonización mundial con el objetivo de acelerar la transición energética. El problema subyace en que gran parte de la producción de la industria pesada es extremadamente intensiva en el uso energético, pero que al funcionar con energía fósil de forma histórica y teniendo en cuenta el prematuro punto de desarrollo en la inversión en energías renovables en la mayoría de puntos del mundo hace que a día de hoy sea realmente difícil poder atender la demanda desde un punto de vista no agresivo en términos medioambientales. Alternativamente, la producción de semiconductores requiere, además de un uso muy intensivo en energía, grandes cantidades de agua limpia para garantizar la ausencia de impurezas durante el proceso productivo, y obviamente el agua es un recurso muy escaso.

Nos encontramos, por tanto, en una situación realmente compleja en la que el quid de la cuestión será monitorizar cómo evoluciona este nuevo equilibrio entre crecimiento y sostenibilidad sin generar distorsiones significativas en las variables macroeconómicas que dificulten la prosperidad económica y retrasen las necesidades como sociedad.

Todo apunta a que mayores niveles de precios serán insalvables mientras se descongestionan los cuellos de botella. Veremos si solo se producirá de manera transitoria o si bien pasan a convertirse en un factor estructural hasta el punto de forzar a los bancos centrales a cambiar sus políticas monetarias, cuyas consecuencias podrían no ser del todo compatibles con unos niveles (no tan) elevados en materia de precios de los activos financieros.

Comments (2)

  1. Estimados amigos de la Caja de Ingenieros:
    En el análisis recibido, ¿está incluida la situación en cuanto a la disponibilidad dudosa de recursos naturales?
    Solo tengo una culturilla sobre las finanzas y la economía, pero es claro que está conectado con lo dicho.
    Se me ocurre plantearlo a los expertos de la Caja de Ingenieros después de ver el siguiente video. En él, un experto en temas energéticos habla a los senadores en una sesión celebrada en el contexto de la elaboración de la reciente ley de cambio climático.
    https://www.senado.es/web/actividadparlamentaria/actualidad/video/index.html?s=14_S011018_021_01&a=216579

    ¿Creen que esta visión podría modificar el texto escrito?

    Muchas gracias.
    Fernando

    1. Hola Fernando, gracias por tu comentario. Intentamos darte respuesta:
      La oferta de recursos materiales (tanto hidrocarburos como minerales o productos agrícolas) es limitada y para dar salida al pico de demanda que se está experimentando actualmente o bien eliminar los cuellos de botella en la oferta, básicamente se necesitan (1) más inversiones por el lado de la oferta, y/o (2) que se normalice el fuerte repunte de la demanda. También se podría mejorar la productividad en la gestión de los recursos disponibles pero es un proceso más largo. En el caso energético también se podría solucionar a corto plazo si la OPEP permitiera a los países productores bombear más petróleo. A largo plazo, en el caso energético, el equilibrio de los precios del petróleo se determinará en función de la rapidez en la adopción de las energías renovables que, a pesar de que necesitarán de energía de back up que podría ser por ejemplo ciclo combinado de gas, sí que las estimaciones son de fuerte crecimiento en la producción energética y, por lo tanto, deberían presionar los precios energéticos a la baja (ceteris paribus sin tener en cuenta temas impositivos).

      En cualquier caso, en función de la evolución de estas dos variables se determinará cómo de largo y severo será el impacto en los precios, lo que ya podemos empezar a ver en los índices de precios. Esta tendencia se acelerará en los próximos trimestres en la medida que las compañías empiecen a traspasar sus aumentos de costes a los precios finales, pero el problema es que los analistas no tienen la capacidad de averiguarlo y esto está generando incertidumbre en el mercado.