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Guerra comercial y tipos bajos: un reto para nuestras inversiones

Finanzas

Guerra comercial y tipos bajos: un reto para nuestras inversiones

Guerra comercial:

Las negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos siguen un curso dispar, al pasar por momentos donde parece que están casi cerradas, para provocar sentimientos totalmente opuestos entre los inversores al cabo de unos días.

Diversas son las posibles explicaciones para este comportamiento, pero aquí detallamos algunas de las más relevantes:

Desde Estados Unidos, el presidente Trump incrementó la presión anunciando el pasado viernes el incremento de las tarifas arancelarias en torno a los 200 000 millones de dólares para gravar los bienes importados desde China, en caso de no alcanzar un acuerdo en el transcurso de la semana.

Esta medida goza de un periodo de gracia, debido al escaso plazo para implantarla desde el anuncio y, al mismo tiempo, debido a que los bienes en tránsito no se verán afectados por la misma, por lo que el presidente intenta que las negociaciones se cierren en un plazo máximo de dos semanas.

Este anuncio, lejos de lograr su objetivo de dinamizar las conversaciones, enfrió las mismas, y no fue hasta la segunda mitad de la semana en plenas reuniones en Washington que se hicieron públicos mensajes optimistas.

En este sentido, parece que hay dos acontecimientos que cambiaron el prisma chino en las negociaciones:

  • En primer lugar, sorprendió la caída de las exportaciones chinas,
  • mientras que sus importaciones mostraban un incremento del 4 %. Esto puede ser reflejo de los incentivos puestos en marcha por el Gobierno, que tienen como objetivo fomentar el consumo interno.

No obstante, como es habitual, las decisiones tomadas por el Gobierno asiático no se toman de forma precipitada. Por tanto, dentro de una perspectiva histórica, la dependencia china del consumo de Estados Unidos ha caído significativamente: en la actualidad, representa un 3,6 % de su Producto Interior Bruto, mientras que, en 2006, estas mismas ventas representaban el 7,3 % de su PIB.

Por otro lado, los ya mencionados estímulos fiscales serán respaldados por una inyección selectiva en la banca comercial de 267 000 millones de yuanes, con el objetivo de fomentar la concesión de crédito y, de ese modo, dinamizar aún más su economía nacional.

Parece claro que la toma de decisiones por parte de los inversores institucionales ante un escenario tan cambiante es altamente complicada, por lo que se han observado rotaciones sectoriales, sobreponderando en activos más defensivos e infraponderando activos con mayor exposición al ciclo. Esto ha generado:

  • caídas en los índices de renta variable, que fueron mucho más acusadas por los sectores cíclicos (materiales básicos, autos y banca), fruto de salidas;

Evolución del S&P 500 (Fuente: Bloomberg)

Evolución del S&P 500 (Fuente: Bloomberg)

  • y, al mismo tiempo, entradas en activos de renta fija, un hecho que presionó a la baja en su rentabilidad.

Evolución de la TIR del Bund (Fuente: Bloomberg)

Evolución de la TIR del Bund (Fuente: Bloomberg)

Tipos bajos:

En recientes declaraciones, Powell dejaba claro que el último repunte de incremento de los precios (inflación) era transitorio y afectaba de forma muy concreta a sectores como el financiero o el de vestimenta y calzado.

Por ello, la posición de la Fed de mantenerse prudente ante la toma de decisiones relacionadas con el incremento de tipos parece ganar peso, al menos hasta que se refleje un aumento en la inflación.

El problema es que, en el escenario actual, el tipo de interés nominal, que es el que tomamos como referencia para el pago de las cuotas de nuestras hipotecas y, al mismo tiempo, el que determina cuánto nos remunerará un depósito por nuestros ahorros, se sitúa por debajo de la media histórica.

Como lectura positiva, a nivel empresarial, la continuidad de tipos bajos se traduce en que sus márgenes operativos se mantienen estables, ya que el coste por su deuda no se ve incrementado. Así se observa cómo la publicación de resultados empresariales está mostrando un buen comportamiento. En EE. UU., un 82 % de las empresas ya han publicado sus datos, mostrando un incremento en el Beneficio Por Acción (BPA) medio del 3 %, mientras que, en Europa, conocemos el 73 % de los datos, mostrando un incremento medio del BPA del 2 %. Sin embargo, este dato no está sustentado únicamente por el bajo entorno de tipos, dado que las ventas también registraron mejoras, llegando a representar un incremento medio del 5 % para las empresas norteamericanas.

Así, parece que queda recorrido para que las cotizaciones de los activos de renta variable se aproximen de forma paulatina a las valoraciones fundamentales.

Nuestra recomendación:

Ante escenarios complejos, la metodología y la experiencia son nuestros mejores aliados. En este sentido, algunos hábitos pueden ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos:

  • Conozca su perfil como inversor y limite aquel tipo de activos que considere excesivamente arriesgados.
  • Construya carteras diversificadas
  • Tenga una visión a medio y largo plazo.
  • Evite los comportamientos especulativos y busque información contrastada para fundamentar sus decisiones de inversión.
  • Recuerde que tiene a un profesional de nuestro grupo a su disposición para acompañarle en la toma de decisiones.
  • Invierta de forma recurrente: si puede destinar de forma mensual una parte de su renta, podrá gozar de las ventajas de los movimientos del mercado obteniendo un precio medio adecuado al comprar en momentos de caías y de alzas en las valoraciones.