¡Pon fin a los residuos plásticos en las playas! El tercer sábado de septiembre se celebra el Día Internacional de Limpieza de Playas, un día que nos involucra a todos. En 1991, el centro The Ocean Conservancy reservó este día con el objetivo de empezar a tomar medidas para reducir dicha contaminación. La iniciativa para limpiar las playas se lleva a cabo en más de 123 países alrededor de todo el mundo.
El plástico es el principal detonante que está contaminando nuestros océanos, y los responsables somos las personas. Quienes sufren directamente las consecuencias son los animales marinos, los cuales han tenido que cambiar su manera de vivir para poder sobrevivir ante esta situación. Aunque todos perciben la contaminación plástica, los animales más afectados son:
- Las tortugas: confunden las bolsas de plásticos depositadas en los océanos por medusas, que son, precisamente, su manjar favorito. Según un estudio hecho por la ONU, la mitad de las tortugas de todo el mundo han comido residuos plásticos y muchas de ellas no sobreviven.
- Aves marinas: aparte de confundir el plástico del mar por comida, también lo confunden por ramas que usan para construir sus nidos, lo que provoca heridas graves a los polluelos por el rozamiento con este tipo de materiales.
- Ballenas y delfines: ingieren microplásticos que han quedado obstruidos en el plancton y su sistema digestivo es incapaz de digerirlos, por lo que se les quedan atascados en su cuerpo.
Si continuamos por este camino, se estima que en 2050 habrá más plásticos que peces en el mar. Para evitar que esto suceda, se realizan actividades en las que miles de personas participan para limpiar las playas de sus ciudades. Precisamente, la Fundación Caja de Ingenieros colaboró con Surfrider España en la recogida de plásticos y bolsas marinas. También participaron la Patrulla Sin Plástico y seis influencers más y, a través de la red social Instagram, la acción se hizo aún más viral. La actividad duró unos 45 minutos y contó con la participación de unas 100 personas. ¡Fue todo un éxito!
Nos dimos cuenta de que los ítems que más se lanzaban en las playas eran colillas, tapones de botellas, pajitas, bastoncillos de algodón, latas, chapas de bebidas, envases y fragmentos de vidrio, entre otros. Son materiales que parecen inofensivos para el medioambiente, pero que todos ellos multiplicados por diez son una gran amenaza para nuestro planeta.
Nunca pienses que por tirar una colilla o una chapa de cerveza “no pasa nada”. Piensa que ese “pequeño” material que has tirado al suelo puede estar afectando la vida de millones de animales y también la salud de las personas. Ser conscientes de la situación es un gran paso. ¡Pongámosle fin!
