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¿Qué implicaciones tendrá en el comercio minorista la compra de Whole Foods por Amazon?

La tecnología continúa ganando terreno a la vieja economía como ya hemos podido comprobar durante los últimos años en otros sectores como por ejemplo el sector de publicidad. Por primera vez en 2017 la inversión publicitaria online ha sobrepasado la inversión en TV en los EE.UU.

Parece ser que este cambio de tendencia llega también a la industria alimentaria. Las empresas del sector deberán buscar imperativamente formas de reducir precios, ampliar su gama de productos y ofrecer una mejor experiencia de compra.

El verano pasado, Walmart, el mayor vendedor al por menor del mundo, compró Jet.com, una startup de solo dos años de antigüedad, que en poco tiempo se convirtió en una de las principales plataformas de Estados Unidos para realizar la compra a través de internet. Walmart, pagó 3.3 billones de dólares (2.98 billones de euros). Con esta compra, Walmart ya pretendía ganar cuota de mercado en el sector del comercio electrónico al líder Amazon. Esta semana y justo tras el anuncio de compra de Whole Foods por parte de Amazon, Walmart, anunció que ha firmado un acuerdo para adquirir Bonobos, una de las principales marcas de prendas masculinas originadas en internet por 310 millones de dólares. Se espera que la adquisición, que está sujeta todavía a ser aprobada por los reguladores, se cierre hacia el final del segundo trimestre o el comienzo del tercer trimestre del actual en curso. ¿Llega Walmart tarde a la fiesta?

¿Qué ha sucedido?

El pasado viernes, 16 de junio, Amazon, líder global en comercio electrónico compró la cadena de supermercados estadounidense Whole Foods. Whole Foods posee 465 tiendas conocidas por vender productos orgánicos. El 97% de sus ventas se producen en Estados Unidos mientras que el 3% restante provienen de Canadá y Reino Unido.

La operación está valorada en 13.7 billones de dólares (12.3 billones de euros), lo que la convierte en la mayor adquisición hasta la fecha realizada por la empresa que dirige Jeff Bezos, además de convertirse en la operación más importante en el comercio minorista.

Tras el anuncio, los títulos de Whole Foods se apreciaron un 27% (en línea con la oferta propuesta), mientras que las cotizaciones de las empresas de supermercados tradicionales como por ejemplo Supervalu o Kroger perdían el pasado viernes un 16% y un 15% respectivamente.

¿Por qué es tan relevante el movimiento de Amazon?

Con el anuncio de la operación, Amazon ha dejado entrever cuáles son sus intenciones para los próximos años: seguir aumentando cuota de mercado en la industria de comercio minorista, ésta vez atacando al mercado de productos alimentarios, un mercado cifrado en unos 800.000 millones de usd dominado hasta ahora por cadenas de supermercados tradicionales.

Como punto diferencial de su estrategia basada en la gestión de la cadena logística y pivotando sobre su plataforma online, con la compra de 465 puntos de venta presenciales de Whole Foods Amazon deja claro la importancia de conectar sus almacenes con los supermercados físicos como nexo para seguir ganando cuota de mercado. Para lograr tal objetivo, Amazon utilizará como plataforma su división de productos alimentarios AmazonFresh, lanzada a finales de 2016 y que permite a los clientes solicitar comestibles frescos o comidas preparadas para el mismo día o la mañana siguiente además de revolucionar el comercio minorista.

El punto de venta directo (supermercado) es preferible para los productos perecederos, donde usualmente el cliente prefiere seleccionar personalmente los productos y además estos requieren diferentes cadenas de frío, haciendo difícil su estandarización y almacenaje. Por tanto, la disrupción del sector tiene visos de acelerar tras el movimiento.

¿Qué podría deparar para el futuro de la industria?

  1. Presión en márgenes. Dado su tamaño, probablemente Amazon aterrice con precios muy competitivos. Esto es especialmente relevante al tratarse del segmento inorgánico, un nicho donde los precios (y los márgenes!) son muy superiores al resto y que forzará al resto a ajustarlos a la baja. Adicionalmente, el resto de cadenas de supermercados tradicionales deberán mejorar la experiencia de consumo de sus clientes. Eso pasa por invertir en el negocio (personal, acondicionamiento de locales, tecnología, etc.), de nuevo presionando la generación de caja para los próximos años. La entrada de supermercados de descuento como Lidl tampoco ayudará a aliviar la situación.
  2. Consolidación de la industria para ganar escala. Como consecuencia del punto anterior, sólo aquellas compañías con buenos fundamentales y sólidos balances serán capaces de sobrevivir y lo harán a costa de ganar escala a través de un sector mucho más concentrado.
  3. Aceleración del consumo online en productos perecederos por la mayor credibilidad en los productos ofertados. El comercio online, que hasta ahora sólo supone aproximadamente un 8,5% del comercio total en EE.UU., ha crecido (y continúa haciéndolo) al 15% anualizado durante los últimos años y continuará ganando terreno al consumo tradicional a medida que la tecnología continúa penetrando entre la población.
  4. Efectos indirectos para otros sectores. Este proceso también tendrá consecuencias sobre otros sectores y como toda revolución tecnológica irán apareciendo a lo largo del tiempo. Desde compañías de gestión inmobiliaria que sufrirán cambios en sus ocupaciones (y por tanto alquileres), hasta pequeños agricultores y ganaderos, pasando por compañías logísticas. Todas deberán analizar con detalle las consecuencias de este movimiento imparable.