Durante el inicio de la pandemia por la COVID-19, en pleno confinamiento, vivimos un periodo de cambios positivos en la naturaleza, tanto en la flora y la fauna como en la reducción de los porcentajes de contaminación y en la mejora de la calidad del aire y del agua.
Sin embargo, sin lugar a duda podemos afirmar que los cambios fueron efímeros. Los niveles de polución han vuelto a lo que eran, y todo apunta a un peligroso calentamiento futuro, según el nuevo informe de Unidos en la Ciencia 2021.
El impacto de la covid-19 en las temperaturas
Este aumento de las temperaturas provoca fenómenos meteorológicos extremos a escala mundial. La temperatura mediana mundial durante los últimos cinco años fue una de las más altas registradas. Según este informe, es probable que las temperaturas superen el umbral de los 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales en los próximos cinco años.
El aumento del plástico desechable
Por otro lado, el uso de residuos sólidos se ha incrementado desde antes de la pandemia. La necesidad de usar productos médicos desechables, no solo en hospitales, también tiene un impacto negativo en el medio ambiente. Así pues, las mascarillas, los guantes, equipos de protección personal, entre otros, se han convertido en parte de nuestra vida cotidiana, y son residuos de difícil degradación de gran persistencia en el tiempo.
Todos estos residuos no se pueden reciclar y se tendrán que tirar a los vertederos o incinerarlos. Además, la mayoría de estos están fabricados con plásticos, y la contaminación por este material es uno de los principales problemas ambientales del planeta.
Esta situación que hemos vivido tendría que ser una lección para mejorar nuestras acciones. Hemos visto que nuestro planeta es vulnerable y los animales que viven en él también. Así pues, nos tendría que servir para poder activar una economía que tenga una base sostenible, para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero.
Pla de recuperación por el impacto de la COVID-19
Ante las graves repercusiones económicas y sociales, la Comisión Europea ha lanzado un Plan de Recuperación para Europa, los Fondos Next Generation, que busca asentar las bases de la recuperación después de la COVID-19, sobre sostenibilidad y transición energética, y sobre la transformación digital.
