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Juegos Olímpicos en la era de la COVID-19, más sociales que nunca

Actualidad Social

Juegos Olímpicos en la era de la COVID-19, más sociales que nunca

Este año, si algo nos han demostrado los Juegos Olímpicos y sus atletas, es la importancia de la salud, y no solo física como bien se ha priorizado siempre en eventos deportivos de este nivel, sino que este año ha resaltado, por encima de todo, la salud mental. El bienestar de los atletas ha pasado por encima de las medallas. Esto ha implicado un cambio de paradigma hacia unos Juegos más comprometidos con lo que de verdad importa.

Hace apenas una semana, en plenos Juegos Olímpicos de Tokio, el mundo del deporte se quedó en vilo. Simone Biles, gimnasta del equipo de Estados Unidos, se retirara de la final por equipos. La Federación de Gimnasia Artística de Estados Unidos, a través de un comunicado, explicaba que la joven “se ha retirado para centrarse en su salud mental”. Finalmente, una semana más tarde, volvió a participar en la final individual de barra, en la que ganó la medalla de bronce. El hecho de salir por un momento de la competición conmocionó al mundo del deporte. Ha conseguido que medios de comunicación de todo el planeta hayan dado visibilidad a este problema social que no solo afecta de manera concreta a los deportistas de elite, sino que es la realidad de muchísimas personas en todo el mundo.

LA SALUD MENTAL EN EL DEPORTE

Biles no es la única deportista que ha hecho un alegato por normalizar los problemas de salud mental. Ella misma citaba a la japonesa Naomi Osaka como un ejemplo a seguir. Osaka fue noticia este mismo año por retirarse de Roland Garros por sufrir ansiedad.

Y ahora lo que verdaderamente nos tendríamos que preguntar es… ¿por qué nadie se esperaba que una gimnasta de este nivel parara por su estado de salud mental? Puede que demos por hecho que lo que puede afectarles tenga más que ver con una lesión física, y dejamos de lado esta parte tan importante de nuestro cuerpo como es la mente. Como bien relata Simone, “es petrificante intentar hacer un ejercicio y no tener tu cuerpo y tu mente sincronizados”. Y al final es tan básico como esto, de estar en sintonía con nuestro cuerpo, no tirar por tirar. Priorizar nuestro bienestar por encima de todo. Simone Biles ha hecho historia por haber cambiado de paradigma y priorizar su salud por encima del éxito.

Conciliación familiar en los Juegos Olímpicos

Y cuando decimos que estos Juegos han sido más sociales que nunca es por algo. Otra de las atletas más reconocidas en nuestro país, Ona Carbonell, la nadadora artística y capitana de la selección española, estalló contra la organización de los JJ. OO.. Apenas unos días antes de irse hacia Tokio tuvo que dejar a su hijo en España. La organización no le permitió viajar con él cuando este sigue en período de lactancia. En este caso, Carbonell no apuntaba tanto a los propios Juegos, sino a las duras restricciones que impone el Gobierno japonés a los viajes.

Además, a la reivindicación de Ona se han sumado las de otras participantes cuya situación familiar es parecida. Han denunciado la poca conciliación familiar que se les permite como atletas. Hay que tener en cuenta que estar cerca de sus hijos no tiene nada más que ventajas. Probablemente, estar lejos sí sea un agravante en su estado anímico y como deportistas deberían tener el mismo derecho que cualquier otra persona de poder estar con su familia.

Reivindicar otros aspectos sociales

Pero esto no es todo. Hemos podido ver multitud de reivindicaciones de diferentes realidades sociales que viven los atletas.

Las gimnastas alemanas también tuvieron un gesto significativo en estos Juegos Olímpicos. La gimnasta Elisabeth Seitz afirmaba: “Cada mujer debe elegir qué llevar”, tras haber sustituido sus habituales uniformes con corte de bikini por unos maillots de cuerpo entero. Hicieron el mismo gesto en los campeonatos de Europa, pero, como bien ellas han expresado, no es algo que quieran cambiar para siempre. Simplemente es una decisión que tomarán día a día en función de cómo se sientan y qué quieran en ese momento.

Por ejemplo, otra reivindicación que pudimos ver fue la de Tom Daley. El saltador británico celebraba su triunfo con medalla de oro en el salto de trampolín sincronizado con un mensaje hacia el colectivo LGTBI. “Estoy increíblemente orgulloso de decir que soy un hombre gay y también un campeón olímpico”.

Los Juegos Paralímpicos también han sido noticia, y es que España ha querido dar un paso más hacia la igualdad. La Asamblea General del Comité Paralímpico Español (CPE) ha aprobado una subida de la remuneración económica de los premios por cada medalla que se consiga en los Juegos Paralímpicos de Tokio. Lo que hace que se sitúen en más del doble de lo que se concedía en los Juegos de Río.

“Vamos camino de esa igualdad plena de derechos, de obligaciones y de oportunidades”, ha afirmado el presidente del CPE, Miguel Carballeda.

La salud y el bienestar por encima de todo

Desde hace 70 años, la OMS define salud como “estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Por tanto, podemos concluir que salud mental no es “ausencia de afecciones o enfermedades”, es el bienestar completo y cada vez se hace más latente que tiene que ser una prioridad.

Estos Juegos han estado repletos de momentos que, por supuesto, siempre recordaremos, han dado visibilidad a diferentes temas sociales de los que en anteriores citas apenas se hablaba de ellos, y menos, si cabe, en una competición deportiva. Los Juegos Olímpicos. son una cita histórica, cada cuatro años hay millones de personas en todo el mundo viendo cada uno de los acontecimientos, y la repercusión de toda esta visibilidad se multiplica.

Vengas de dónde vengas, todos tenemos sentimientos, y este sentimiento en común aflora en unos JJ. OO. que se celebran en un momento de pandemia mundial. Todo esto supone que el cambio de paradigma que hemos visto en los recientes JJ. OO permita un cambio a futuro. Será en París 2024 cuando podremos comprobar si la tendencia se mantiene en la misma línea.