La semana pasada organizamos dos webinars con el CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs) sobre las claves geopolíticas del conflicto en Ucrania. La sesión estuvo a cargo de Pol Morillas, director del CIDOB, y estuvo moderada por Joan Cavallé, director general de Caja de Ingenieros.
La sesión tenía lugar cuando se cumplía prácticamente un mes desde que empezó el conflicto entre Rusia y Ucrania. Durante estas semanas se ha hecho evidente que se están generando unos efectos en la sociedad, en la economía y en la política que hacen que surjan muchas dudas. Esta sesión, realizada conjuntamente con el experto del CIDOB, nos permitió poner algunos puntos sobre la mesa respecto a los escenarios y las consecuencias derivadas del conflicto no solo para el plan europeo, sino también para el plan mundial. La sesión trató cuatro grandes bloques: lecciones que podemos extraer del conflicto, escenarios de futuro inmediato, qué implica para la Unión Europea y, por último, cómo puede afectar en la orden global, es decir, las consecuencias para las grandes potencias.
Lecciones que podemos extraer del conflicto
En palabras de Morillas, la primera lección aprendida de este conflicto es que muchos de nosotros no pensábamos que llegaría a los niveles de violencia y destrucción y a las consecuencias humanitarias a las que hemos llegado. Así pues, los hechos nos han llevado la contraria. El uso de la fuerza y los conflictos convencionales vuelven a estar en una posición preponderante en la inseguridad europea y de los ciudadanos; y las cuestiones de defensa y política exterior vuelven a estar en el centro de la política europea. Esto es un cambio en nuestra mentalidad, en cómo pensábamos que se estructuraban las relaciones internacionales, cuando menos, en nuestro continente.
“Habíamos construido una Europa libre del uso de la fuerza y que renunciaba al papel de los territorios para construir una Europa más colaborativa, pero vemos que este escenario es muy diferente del escenario de 2014 en Crimea.”
Según Morillas, también se ha demostrado que la fuerza de la defensa ha pasado a ser especialmente relevante y determinante para la evolución de la guerra. Lo estamos comprobando con la primera voluntad del Kremlin, que su intención era una intervención rápida para tomar el control de las instituciones y del ejército ucraniano en pocos días, pero se ha encontrado con una defensa clara de estas instituciones, del territorio y de la ciudadanía. También hemos podido ver cómo la UE y los aliados occidentales han llevado a cabo una política basada en las sanciones, pero también en las provisiones de material bélico y material ofensivo para el ejército ucraniano. Y esto nos trae otra lección:
“Es un conflicto clásico, no es una guerra del futuro, es una guerra del pasado basada en la fuerza y los elementos militares más clásicos.”
Una lección aprendida sobre las motivaciones de la guerra que ya se expresaban en un artículo de Putin el verano pasado. Putin exponía su propia postura sobre Ucrania en un ensayo de 5.000 palabras con el título Sobre la unidad histórica de los rusos y los ucranianos. En este ensayo presentaba los elementos principales de su política exterior, así como un proyecto nacionalista y expansionista, y hacía revivir esa gran Rusia, entendida en la fortaleza del nacionalismo ruso y que también pasaba por negar la existencia de ciertos estados que fueron creados después de la caída de la Unión Soviética, siendo Ucrania un claro ejemplo. Putin hace tiempo que viene presentando este proyecto propio de definición de Rusia y de su esfera de influencia directa y ha ido construyendo un discurso que se basa en la construcción de esta esfera directa de influencia, donde Ucrania no tiene entrada.
Coyuntura favorable para la invasión
Morillas también destaca la situación de coyuntura favorable para llevar a cabo esta invasión. Un momento en el que la dependencia de Occidente de los recursos energéticos y de buena parte de la economía rusa es muy alta; un momento en el que se prevé que la desunión de los europeos será muy alta a causa de esta difícil relación con Rusia; y un momento también en el que Estados Unidos dijo que su mirada no estaba puesta en el continente europeo, sino en Asia. Tal como señalan los expertos, un momento que Putin ha considerado oportuno para llevar a cabo su proyecto.
Por último, cerrando el primer bloque del webinar, Morillas afirmaba que estamos ante un conflicto eminentemente político y económico y no ante un conflicto de etnolingüística, porque en el país conviven las dos realidades lingüísticas perfectamente. Es un conflicto geoeconómico no solo por la relación de dependencia de Europa respeto al gas ruso y al daño que puede provocar en la economía europea, sino también por la voluntad de Ucrania de acercarse a la UE. En palabras de Morillas, este último punto es imprescindible tenerlo en cuenta para hablar de los escenarios que se prevén y hacia dónde evolucionará el conflicto.
“Este acercamiento de Ucrania hacia la UE es el origen del conflicto, mucho más que las narrativas actuales que pone el Kremlin encima de la mesa para justificar su agresión.”
Escenarios del futuro inminente
Según el experto, el primer escenario hacia el que nos encaminamos, y que ya estamos viendo, es un escenario de conflicto largo. Un conflicto que necesariamente pasará por un aumento de la catástrofe humanitaria en Ucrania, de las bajas civiles y del éxodo creciente de refugiados. Es la consecuencia de lo que el Kremlin no ha conseguido en primera instancia, es decir, una victoria rápida y en pocos días.
Por lo tanto, nos encontramos en un escenario disruptivo y de preferencia para el Kremlin, una Europa preocupada y ocupada, un escenario que debemos tener en cuenta y que, según el experto del CIDOB, también responde a esta lógica de desgaste que también es un objetivo para Rusia. De este primer escenario que se plantea, lo que más nos tiene que preocupar es la pérdida humanitaria.
En segundo lugar, según el análisis de Morillas, otro posible escenario sería el de la negociación y, en la mejor de las situaciones, un acuerdo por la paz. Para que esto sea viable sería necesario que las dos partes del conflicto vieran que han llegado a un callejón sin salida, pero de momento, según los expertos, está lejos de ser una realidad, pero es importante que tampoco lo perdamos de vista.
Por último, un tercer escenario que se podría desencadenar, pero que todavía parece menos probable, es el escenario de la rendición de Ucrania. Incluso un cuarto escenario, lejos de estar sobre la mesa, podría ser el provocado por un largo plazo de aislamiento o por las sanciones impuestas a Rusia como para que esto provocara un cambio en la actitud del Kremlin.
A pesar de que poco a poco vamos resolviendo algunas dudas, todavía hay muchas incertidumbres. ¿Dónde quedará la relación de Ucrania con terceros, como, por ejemplo, con la OTAN o la UE? ¿Dónde estará escrito que Ucrania nunca podrá estrechar sus vínculos con la UE o que no podrá formar parte de la OTAN? ¿Cuáles serán las fronteras de Ucrania? Son cuestiones que se tendrán que abordar en una mesa de negociación que todavía está demasiado inmadura para que dé algún fruto y para que se ponga fin a estas hostilidades.
Si queréis ver el webinar entero y escuchar las dudas que surgieron durante la jornada, lo podéis hacer aquí:
Si quieres colaborar con Ucrania, en Caja de Ingenieros nos hemos unido a la Cruz Roja Española, que está movilizando recursos para dar esta asistencia. Las donaciones irán destinadas a ofrecer asistencia sanitaria y artículos de primera necesidad a los países limítrofes con Ucrania, donde se estima que más de 4 millones de personas huyen de los combates. Puedes colaborar aquí.
Por último, queremos agradecer la asistencia a los más de 600 socios y socias que estuvieron presentes en directo en las sesiones de este webinar. Muchas gracias a todos y a todas!
