La ratio de consejeros independientes en el Consejo de Administración es un indicador de gobierno corporativo (variable G dentro de ASG) que relaciona el número de consejeros independientes presentes en dicho órgano de gobierno respecto al total de miembros del mismo.
En términos generales, se entiende que cuanto mayor sea esa ratio, mejor será a priori la calidad de la toma de decisiones estratégicas de las compañías al estar menos sesgadas por cuestiones internas y por aportar un punto de vista imparcial.
Existen dudas acerca de cuál es el número de consejeros independientes ideal dentro de un Consejo de Administración. Las recomendaciones se basan en que la mayoría de los asientos del Consejo sean externos, no ejecutivos, especialmente en aquellas compañías participadas mayoritariamente por una persona o grupo familiar, de manera que su representación en las votaciones se vea reducida y carezca de mayoría o potestad para decidir de forma unánime, representando de forma más unánime a todo el capital (accionistas).
Idealmente, los consejeros independientes deben prestar su servicio ofreciendo una alta cualificación profesional, aunque no necesariamente del mismo ramo o industria de la actividad ordinaria de la empresa, ya que está comprobado que un mayor pluralismo dentro de su estructura da mejores resultados en la creación de valor para todas las partes implicadas.
