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Tipos de interés negativos: ¿qué significan y por qué se dan?

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Tipos de interés negativos: ¿qué significan y por qué se dan?

La reunión del Consejo de Gobierno del BCE del mes de junio de 2014, presidida por Mario Draghi, significó un antes y un después para la política monetaria en la eurozona. En aquella reunión, se decidió recortar los tipos de interés de la facilidad de depósito, que define cómo remunera el Banco Central a los bancos para el exceso de liquidez que depositan, hasta un ‑0,10 %, es decir, en terreno negativo. Desde entonces, el BCE, por coherencia con su política monetaria expansiva, se ha visto obligado a ir reduciendo este tipo de interés hasta un –0,50 %, su nivel actual.

La política monetaria en la eurozona, ya expansiva antes de 2020 y ultraexpansiva (gracias a las nuevas subastas de liquidez y al programa de compra de activos PEPP) desde el comienzo de la pandemia, ha tenido consecuencias para los tipos de interés en el mercado monetario y de renta fija. Los tipos de interés negativos a corto plazo se han trasladado a la parte larga de la curva por la tendencia de búsqueda de rentabilidad de muchos inversores institucionales.

¿Qué significan los tipos de interés negativos?

Durante mucho tiempo, los economistas e inversores creíamos que los tipos de interés serían positivos por definición. Y, de hecho, en prácticamente toda la historia ha sido así. Por pura lógica, ya que el tipo de interés representa el precio del dinero y, en consecuencia, el rendimiento que obtiene un prestamista por dar un crédito a un Estado, empresa o familia. El tipo de interés, en el fondo, refleja el valor temporal del dinero, un concepto económico que se puede resumir en el simple hecho de que todos preferimos cobrar una cantidad de dinero hoy y no el año que viene.

Por tanto, la situación de los tipos negativos nos genera las siguientes dudas: ¿Por qué estaría dispuesto a prestar dinero si esta inversión me cuesta dinero? Si los tipos negativos indican que el valor temporal del dinero es negativo, ¿significa que prefiero cobrar el año que viene y no hoy? Si existe inflación, pero mis ahorros no generan rendimiento, ¿significa que estoy perdiendo patrimonio o capacidad adquisitiva? ¿Cómo es posible que el Tesoro Público español sea capaz de emitir nueva deuda y cobrar intereses por ello?

El porqué de los tipos negativos

 La situación actual nos lleva a la pregunta obvia y clave: ¿Por qué estamos en un entorno de tipos de interés negativos? El año 2020 es histórico por el impacto negativo de la pandemia en la economía y entendemos que los tipos estén bajos. Pero en años anteriores teníamos cifras de crecimiento económico razonables, ¿no? ¿Por qué el BCE decidió recortar su tipo de depósito a -0,10 % en el año 2014? ¿Por qué no lo incrementó en los años posteriores cuando el crecimiento del PIB de la eurozona era cercano al 2 %?

La respuesta está en el objetivo del BCE. En los estatutos del Banco Central podemos leer lo siguiente:

“… El objetivo del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo es mantener la inflación en un nivel inferior, aunque próxima al 2 % a medio plazo…” 

Es decir, el principal objetivo de la política monetaria es un control de la inflación tanto al alza como a la baja. Por tanto, una inflación muy baja durante un periodo prolongado también es algo que el BCE debe evitar. Y precisamente en esa parte se esconde la explicación de la política monetaria actual. Veamos la evolución de la inflación y expectativas de inflación en la eurozona desde 2014.

interés negativos

Las conclusiones son muy claras. Salvo un repunte temporal a mediados de 2018, desde inicios de 2014, la inflación de la eurozona ha sido claramente inferior al 2 %. Pero el dato del IPC es muy volátil, ya que incorpora componentes de precios con elevada fluctuación como energía y alimentación. Observemos, por tanto, la evolución del IPC subyacente, que corrige por estos efectos: más cerca del 1 % que del 2 % y clara tendencia a la baja durante el 2020.

Finalmente, podemos analizar las expectativas de inflación que cotizan en el mercado de derivados. Una constante tendencia bajista que indica que los inversores hoy en día no esperan una inflación a medio plazo superior al 1,3 %.

El BCE incumple con su mandato, ya que tanto la inflación como las expectativas de inflación para el medio plazo son claramente inferiores al 2 %. Por esta razón, la política monetaria es ultraexpansiva, lo que ha generado tipos negativos.