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¿Fabricar ropa con plástico, futuro o tendencia?

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¿Fabricar ropa con plástico, futuro o tendencia?

Cada día se fabrican y se compran millones de prendas de vestir en todo el mundo. El problema radica en los materiales que se usan para elaborarlas y cómo se elaboran, en qué condiciones. Cada vez son más las empresas que empiezan a producir sus prendas de ropa con materiales más ecológicos y sostenibles. El objetivo de esta acción, en todos los casos, es luchar contra el cambio climático, mejorar nuestra contribución al planeta y procurar ser lo más responsables posible en nuestra cadena de valor. De aquí surge la importancia de iniciativas de producción más sostenibles, como, por ejemplo, el plástico reciclado. El plástico que se utiliza para hacer ropa de este tipo es PET reciclado, el plástico con el que están fabricadas las botellas de plástico desechable.

Impacto de la ropa reciclada en la industria de la moda

 Utilizar ropa con plástico reciclado está en pleno auge dada su comodidad y calidad. Se estima que en el 2019 se produjeron más de 100 millones de toneladas de tejidos, de los cuales el 70 % eran artículos elaborados a partir de PET. Además, la producción de ropa con este material ha aumentado exponencialmente por su durabilidad. Asimismo, el uso de PET se está extendiendo hacia otras piezas de moda, como los zapatos, bolsas, almohadas, telas para asientos y techos de coches.

Uniformes fabricados con botellas de plástico

Recientemente, la compañía easyJet anunció que cambiaría los uniformes de su tripulación por materiales más sostenibles. Y así lo ha hecho: a partir de ahora, cada uniforme estará fabricado con 45 botellas de plástico reciclado.

Con esta medida, la aerolínea prevé reutilizar alrededor de medio millón de botellas al año. El nuevo uniforme está fabricado con un material de alta tecnología que se obtiene de fuentes de energía renovables. Además tiene una huella de carbono un 75 % menor que el poliéster tradicional. El tejido de los uniformes, en comparación con la alternativa no reciclada, es más resistente a la abrasión y ofrece una mayor elasticidad y durabilidad, lo que reduce la necesidad de producir más unidades a largo plazo.

La iniciativa forma parte de la estrategia de la compañía para reducir el plástico a bordo. Como, por ejemplo, introduciendo un pequeño bol de origen vegetal como soporte para las bolsitas de té o eliminando más de 27 millones de artículos de plástico de la oferta disponible a bordo. Además, compensa a los clientes con un descuento de 50 céntimos en las bebidas calientes si llevan su vaso reutilizable.

Pros y contras del uso del plástico

Si hablamos de los contras del plástico para la fabricación de ropa, debemos tener claro que, aunque se trate de plástico reciclado, continúa siendo plástico. Esto implica que todos los efectos colaterales del uso del plástico siguen presentes. Con la tecnología que tenemos actualmente, solo podemos reciclar el plástico un par de veces antes de que pierda su calidad y resulte inutilizable.

Hay otros métodos de reciclaje, como el reciclaje químico, pero es una técnica no tan generalizada a pesar de que permite reciclarlo muchas más veces. Es importante, de todos modos, que cuando compremos ropa fabricada con PET, nos preguntemos si le daremos un largo uso y si, una vez ya no la queramos utilizar más, sabremos cómo nos tenemos que deshacer de ella de manera sostenible.

Por último, el plástico reciclado es más caro que producir plástico virgen. Este coste extra puede ser una de las razones por la que más negocios no se animan a adoptar este modelo sostenible. Cuanto más aumente la demanda de ropa hecha con plástico reciclado, más económico resultará para las marcas diseñar productos con este material.

RESPONSABILIDAD SOCIAL Y MEDIOAMBIENTAL

Entre las ventajas de fabricar ropa con plástico, como primer punto, podemos decir que, al darle una segunda vida a este material, los plásticos no acaban en los vertederos ni en los océanos. Al contrario, convertimos estas botellas en productos útiles. En segundo lugar, nos permite hacer un ahorro de recursos.

Producir plástico de cero precisa más energía que utilizar plástico reciclado. Si utilizamos PET (plástico que ya existe, que no tiene que ser producido de cero), evitamos gastar agua y electricidad, así como una cantidad enorme de emisiones de gases de efecto invernadero. Si utilizamos poliéster reciclado en lugar de poliéster virgen, ahorramos entre un 33 % y 53 % de energía. Asimismo, estas fibras sintéticas garantizan una calidad y durabilidad. Como mínimo, equivalente a las de fibras naturales como la lana, el lino, la seda o el algodón.

Finalmente, la responsabilidad social y medioambiental de las compañías tiene que ser un compromiso hacia la búsqueda de alternativas más sostenibles. El hecho de que las marcas que trabajan con PET estén intentando encontrar una manera para limitar la contaminación por plástico significa que están comprometidas con nuestro planeta.

Actualmente, los recursos del planeta son limitados y todos tendríamos que tomar conciencia de este hecho. Es de esperar que empresas e instituciones dediquen más recursos a la investigación para continuar mejorando las técnicas de conversión de residuos en productos de uso cotidiano como la ropa.

La adopción del reciclaje como técnica prioritaria en la producción de bienes tiene que convertirse en una prioridad. Esta mentalidad repercutirá en un mundo más sostenible y mejor para las futuras generaciones.