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Fondos de inversión que reparten rentas

Finanzas

Fondos de inversión que reparten rentas

En el actual entorno de tipos de interés bajos, las estrategias de inversión con el objetivo de obtener rentas o generación de ingresos recurrentes cobran especial interés para poder ofrecer un retorno razonable al inversor.

La oferta de fondos de inversión, además de poder escoger mercados, divisas y estrategias de inversión, entre otros, también permite al ahorrador elegir cómo recuperar las ganancias obtenidas.

A pesar que la forma habitual es la que ofrecen los fondos de inversión de acumulación, cada vez cobran mayor relevancia los fondos de inversión de reparto de rentas, cuyas estrategias están basadas en la distribución de dividendos generados por la cartera de dividendos y/o intereses a través de pagos periódicos a los partícipes en forma de renta.

La sostenibilidad de los dividendos, un pilar esencial en estrategias de rentas

En el marco económico actual, entre las diversas alternativas de activos, se encuentra la inversión en renta variable a través de compañías con sólidas políticas de remuneración al accionista, que posibilita la obtención de dividendos periódicos.

Hablamos de políticas de remuneración al accionista y no de dividendo exclusivamente, ya que las compañías tienen una segunda vía para remunerar al accionista: los programas de recompra de acciones. A través de estos programas, las compañías adquieren en el mercado acciones en circulación que posteriormente cancelan, con la consiguiente reducción de su número e incremento del beneficio por acción, principal catalizador a largo plazo del precio de las acciones.

Por todo ello, a la hora de implementar una estrategia de rentas, en Caja de Ingenieros Gestión realizamos una aproximación que tiene en cuenta ambos vectores (dividendo y recompra de acciones) cuando hacemos uso de la renta variable como herramienta de inversión. Alineados con el objetivo final de dicho tipo de inversiones, el enfoque utilizado se basa en la sostenibilidad en las políticas de remuneración.

¿Qué entendemos por sostenibilidad?

Bajo nuestra óptica, una retribución es sostenible si es financiable orgánicamente, no compromete la solvencia y los recursos financieros de la compañía y se enmarca en una política de asignación de capital razonable en la que tiene una cierta prelación respecto al resto de usos del capital.

Para realizar dicho análisis trabajamos especialmente 4 perspectivas:

  • En primer lugar, en un capítulo más cualitativo, valoramos qué destino tiene la caja generada por la compañía, es decir, la política de asignación de capital, que, simplificándolo,
    englobaría reducción de deuda, inversión orgánica, adquisiciones corporativas y dividendo.
    Como inversores en rentas, ponderamos positivamente aquellas compañías en las que la remuneración al accionista es una cuestión fundamental para el equipo directivo y no está
    sometida a otros condicionantes corporativos.
    Es clave conocer en este punto por qué la retribución al accionista es importante dado que, por ejemplo, pudiera darse el caso de que el accionista mayoritario, y por tanto con mayor
    influencia en la toma de decisiones, tuviera necesidades particulares de caja y ello estuviera limitando las oportunidades del negocio, generando de esta manera una externalidad
    negativa sobre el resto de accionistas.
  • Bajo un prisma más financiero, restringimos la inversión en compañías con dividendos sostenibles a aquellas que son capaces de afrontarlos de una forma orgánica a través del
    propio negocio y sin financiarlos con recursos ajenos (deuda) o descapitalizándose (desinversiones de activos).
    Esto es relevante, ya que el tipo de compañías objetivo suelen aplicar políticas de crecimiento de la remuneración prudentes en el medio y largo plazo, lo cual minimiza la dispersión de los retornos obtenidos por el accionista.
  • La solidez de balance y el compromiso de recursos se erigen como elementos extraordinariamente importantes. No estar endeudado o tener un endeudamiento controlado es indicativo de la salud del dividendo, ya que, en caso contrario, una posición deudora significativa repercute en la capacidad para pagar dividendo al consumir recursos (gasto por intereses).
    Llevado al extremo, una situación de elevada debilidad operativa (ventas y/o márgenes), unida a un contexto de alzas de tipos de interés, puede traducirse en pérdidas a nivel de
    beneficio neto que supongan cancelaciones o recortes drásticos de los dividendos, precisamente lo que un inversor en rentas debe evitar.
  • Con todo, dicha fortaleza de balance debe estar “alimentada” a través de una retención de recursos prudente y recurrente. En otros términos, una política remunerativa sostenible no es consistente con ratios de distribución de beneficios demasiado elevadas que podrían limitar la capacidad de crecimiento futuro y, por tanto, de continuar generando caja.

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