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La represión financiera: ¿Cómo ahorrar e invertir mejor?

Expertos Finanzas

La represión financiera: ¿Cómo ahorrar e invertir mejor?

Anteriormente explicamos las consecuencias de la política monetaria ultraexpansiva del Banco Central Europeo que ha provocado tipos de interés negativos en los mercados de deuda y renta fija corporativa. Esta situación se conoce como represión financiera, en la que los ahorradores se ven penalizados por la nula o negativa rentabilidad sobre su patrimonio.

En el siguiente artículo explicamos cómo debemos ahorrar e invertir para evitar que la inflación y los tipos de interés negativos reduzcan nuestro patrimonio futuro.

¿Qué significa la represión financiera?

En primer lugar, debemos familiarizarnos con el término represión financiera. Los economistas Shaw y McKinnon de la Universidad de Stanford introdujeron este concepto en 1973, el cual hace referencia a un entorno, creado a través de la política monetaria, de tipos de interés artificialmente bajos (inferior a la inflación) que favorece a los deudores y perjudica a los ahorradores.

Pero si los tipos de interés tan bajos tienen tantas consecuencias negativas, ¿por qué el BCE y otros bancos centrales aplican esta política? Por un lado, porque nos encontramos en unos niveles de (expectativas de) inflación demasiado bajos y, por otro lado, porque el nivel de deuda pública y privada es elevado. 

¿Qué efecto tiene la inflación a largo plazo?

 En un escenario con tipos de interés muy bajos, nuestros ahorros y nuestras inversiones en depósitos o letras del Tesoro generan un rendimiento que no es suficiente para compensar la pérdida de nuestro poder adquisitivo provocada por la inflación. Cada día somos un poco más pobres en términos reales.

Visto de manera práctica, una inflación de 1,50 % durante 10 años reduce la capacidad adquisitiva de mis ahorros de 50.000 euros en casi 7.000 euros, y en 20 años incluso en 13.000 euros. El fuerte impacto, según palabras del propio BCE, “del monstruo de la inflación”.

En resumen, la represión financiera, en la que la remuneración de nuestros ahorros es insuficiente para batir a la inflación, reduce el valor real de nuestro patrimonio a medio y largo plazo de una forma más significativa de la que seguramente nos imaginamos.

¿Significa esto que ahorrar es mala idea?

No, por supuesto que no. Ahorrar para imprevistos o para la previsión de gastos a corto plazo es importante. Además, debe de ser el primer paso y la base de cualquier inversor.

Pero si nos referimos a acumular un patrimonio para objetivos económicos a largo plazo, la falta de rendimiento y el incremento del coste de los futuros gastos acabarán decepcionándonos.

Así pues, la represión financiera perjudica a los ahorradores y, por tanto, nos obliga a convertirnos en inversores, como mínimo para una parte de nuestros ahorros.

Invertir nos permitirá, en un horizonte temporal adecuado, compensar los efectos de la inflación y generar rendimientos sobre nuestro patrimonio.

Desde el equipo de Mercado de Capitales de Caja de Ingenieros ponemos a tu disposición la publicación “Actualidad Economica – Financiera. El análisis de nuestros expertos”, que en esta ocasión se centra en cómo ahorrar e invertir mejor.