Hace unas semanas tratamos, de la mano de Álvaro Ramos y Sergi Ferrer, del área de Gestión Global de Riesgo, qué es el sandbox regulatorio y las principales características de esta ley. Ahora, dado que se acerca el periodo para la presentación de solicitudes por los promotores ante la Secretaría General del Tesoro y Financiación Internacional, el artículo se amplía para hacer un recorrido por el funcionamiento del Sandbox Regulatorio y ver qué está sucediendo en otros países.
“El periodo para la presentación de solicitudes para acceder al espacio controlado de pruebas comenzará el 13 de enero de 2021 y finalizará el 23 de febrero de 2021.”
Está claro que es un gran paso para la transformación digital del sistema financiero, pero ¿cómo funciona el sandbox regulatorio español en la práctica?
El sandbox regulatorio tiene bien definidas una serie de etapas, por las que se deberá pasar antes de tener una respuesta final sobre la viabilidad regulatoria del proyecto. Las etapas, de forma resumida, son las siguientes:
- Etapa inicial o de solicitud. Tras la apertura de convocatoria por parte de la Secretaría General del Tesoro y Financiación Internacional a modo de ventanilla única, el promotor podrá presentar la solicitud de acceso al espacio de pruebas.
- Etapa de evaluación de admisión. El Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores o la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, o varias al mismo tiempo según las características del proyecto, evalúan la candidatura desde un punto de vista de innovación para su admisión al espacio de pruebas.
- Etapa de definición de pruebas. Llegados a este punto, el supervisor designado y el promotor o promotores del proyecto definen las pruebas que deberán hacerse, cómo se realizarán y durante cuánto tiempo (6 meses máximo y prorrogables). Adicionalmente, el promotor del proyecto debe proporcionar los clientes que participarán en las pruebas y las garantías para cubrir posibles daños en el transcurso de estas.
- Etapa de resolución. El promotor presenta una memoria del proyecto, y el supervisor, a partir de las pruebas realizadas, resuelve emitiendo la viabilidad o no del proyecto en cuanto a operar en el mercado o bien otorgar prórroga de pruebas si fuera necesario.
Y en otros países, ¿qué ha pasado?
El sandbox regulatorio se ha convertido en una herramienta indispensable para la innovación financiera. Desde el primer sandbox regulatorio en 2016 en el Reino Unido, se han creado sandboxes regulatorios en más de 25 países. Esta normativa permite a las empresas ganar visibilidad en el mercado, captar financiación y tener un entorno de pruebas que les aporte seguridad jurídica para iniciarse en la innovación financiera y tecnológica.
La capacidad de facilitar la innovación se hace patente al mirar el exitoso caso del sandbox del Reino Unido, con un total de 140 proyectos aceptados desde sus inicios y con la participación tanto de start-ups como de las mayores entidades financieras del país.
Entre los proyectos presentados destacan el caso de BlockEx, una start-up que desarrolla un exchange de criptoactivos que se ofrece a terceros en forma de software como servicio (SaaS). Esta empresa se presentó al sandbox de la Financial Conduct Authority (FCA) británica en 2017 y 2018, con rondas de financiación de hasta 35 millones de libras a posteriori de las pruebas, lo que posiciona al sandbox regulatorio como una herramienta para promocionar un proyecto y captar financiación. Otro ejemplo del sandbox del Reino Unido sería el caso del banco HSBC, que participó junto con la start-up Pariti Technologies para desarrollar una plataforma de personal financial management (PFM), y mostró que el sandbox puede ser una oportunidad para las entidades financieras para la cooperación con empresas fintech.
Otros proyectos vinculados al sandbox podrían ser los casos de Barclays, que desarrolló una solución regtech para analizar las normativas que afectaban a la entidad; Oval, con una aplicación para acumular ahorros; YouToggle, como una aplicación vinculada a los seguros que monitoriza la forma de conducir de los usuarios para ofrecer descuentos; o el caso de Urbanitae, un sistema de crowdfunding para grandes proyectos inmobiliarios.
Autores: Gestión Global de Riesgo
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Álvaro Ramos
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Sergi Ferrer
