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Cooperativas de crédito: las claves de su crecimiento

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Cooperativas de crédito: las claves de su crecimiento

El término entidad financiera, aunque resulta muy amplio y complejo a su vez, forma parte de nuestra vida diaria. En definitiva, en la actualidad, las relaciones con las entidades financieras son indispensables. Y es que lo más normal en la sociedad actual es tener que recurrir a una entidad financiera para gestionar correctamente nuestro dinero.

Es por ello que, en este artículo, traemos una explicación detallada de lo que son las cooperativas de crédito y de sus valores más diferenciales.

¿Qué son las cooperativas de crédito?

Son entidades privadas que tienen un doble carácter: son sociedades cooperativas y, además, son entidades de crédito.

En las cooperativas de crédito, la propiedad la tienen sus socios cooperativistas y son ellos los responsables de tomar las decisiones directivas sobre la entidad. Los órganos sociales que regulan las cooperativas de crédito son la Asamblea General, el Consejo Rector y el Consejo Social. Este último órgano es la representación y voz de los intereses y aspiraciones de los trabajadores ante los órganos internos.

Es decir, una característica distintiva del modelo cooperativo es que el socio es, a la vez, cliente y propietario de la entidad.

“La misión de las cooperativas de crédito es servir a sus socios.”

¿A qué se debe su tendencia creciente?

Básicamente, a su filosofía de servicio a las personas con una estrategia basada en valores clave como:

  1. La confianza. Es la clave de la relación entre un banco cooperativo y sus miembros. Las personas son lo más importante; por lo tanto, las operaciones de un banco cooperativo están diseñadas exclusivamente para ofrecerles un buen servicio y relaciones a largo plazo.
  2. La resiliencia. Gracias a la implicación de los socios con la entidad, los bancos cooperativos se anticipan y se adaptan a las circunstancias cambiantes y pueden reinventarse más que otros.
  3. La gobernanza. Como hemos comentado, el cliente es, a la vez, socio y propietario. Los socios y las socias participan directamente de la propiedad, la gestión y los resultados. Los miembros son la máxima prioridad: son la razón de ser, el presente y el futuro.
  4. La solidaridad. El carácter social de la banca cooperativa enfatiza el común de los socios y de las socias y, en consecuencia, enfatiza el bien común de la sociedad.
  5. La proximidad. Las cooperativas se identifican intensamente con los colectivos de socios y socias con los que trabajan. Se comprometen con las personas y los profesionales interactuando y entendiendo sus necesidades. La relación con los socios, sea presencial o digital, es una prioridad.
  6. El compromiso social. Las cooperativas trabajan para conseguir el desarrollo sostenible de sus comunidades mediante políticas aprobadas por sus socios. A través de valores e intereses compartidos, se crean soluciones innovadoras a problemas sociales que generan desde puestos de trabajo hasta proyectos de energía renovable.

Por otro lado, la tendencia de crecimiento se debe también a su apuesta por la financiación de la economía local y la participación de sus socios, priorizando el interés general y el bien común por encima de intereses particulares.