Recientemente, la Fundación Caja de Ingenieros promovió, en colaboración con La Salle Technova Barcelona, el hackathon “LS Future Lab–Impact Challenge 2022”.
Treinta y cinco estudiantes de diferentes disciplinas, ingeniería, business y diseño, formaron equipos para enfrentarse a retos y encontrar durante 48 horas soluciones de base tecnológica que permitan acelerar la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Todos ellos tuvieron la ayuda de un equipo de mentores, formado por profesores, investigadores y emprendedores, entre otros.
¿Qué es un hackathon?
La palabra hackathon viene de la unión de “hacker” y “maratón”, y originalmente hacía referencia a todo tipo de encuentros de programadores para diseñar soluciones de software en grupos de dos a cinco personas, normalmente en un periodo de tiempo determinado (24-48 horas).
Hoy en día cada vez es más común este concepto y ya no hace referencia únicamente al mundo de la informática, ya que se ha extendido a diferentes disciplinas y sectores, como es el caso del grupo que hemos organizado junto con La Salle.
Consecución de los ODS
En este caso, se planteó sobre el tema de los ODS con el fin de buscar soluciones para mitigar el cambio climático y, concretamente, relativas a las ciudades sostenibles y a la economía circular. Porque los objetivos marcados por la ONU forman parte de la hoja de ruta de Caja de Ingenieros y, por ello, se sitúan en el centro de la estrategia del Grupo.
Día tras día continuamos ampliando nuestra oferta de productos y servicios de finanzas sostenibles con el fin de conseguir las metas de la Agenda 2030, pero estamos convencidos de que las alianzas, así como la tecnología, permiten acelerar el cumplimiento de estos objetivos.
Así pues, firmamos alianzas con diferentes universidades, como es el caso de La Salle, ya que, de este modo, la academia permite generar conocimiento que nos ayuda a innovar e involucra y sensibiliza a los futuros líderes.
¿Qué papel juega la tecnología para conseguir los ODS?
Todo esto va ligado al papel que tiene la tecnología. Según Iñaki Irisarri, “La tecnología es una aliada imprescindible para el cumplimiento de los ODS, ya que ofrece un gran potencial para acelerar la consecución de las metas de la Agenda 2030 y reducir el coste de sus procesos de implementación. Además, la tecnología promueve el acceso a la información y facilita el análisis y recogida de datos, como es el caso del big data, que nos permite monitorizar los avances de la Agenda y detectar puntos de mejora, así como el desarrollo de nuevos productos y servicios como, por ejemplo, aplicaciones para la eficiencia energética o plataformas de movilidad que hacen las ciudades más sostenibles.”
En definitiva, la tecnología nos permite ser más eficientes con los procesos de producción y reducir la emisión de gases a la atmósfera, un punto esencial para mejorar la salud de nuestro planeta.
