Ante la crisis del coronavirus a nivel mundial, la incertidumbre por el futuro y por lo que pasará en unos meses está presente en todo momento, también para las vacaciones de verano. ¿Podremos salir en unas semanas? ¿En un mes? ¿De qué forma lo haremos cuando salgamos a la calle? ¿Qué podremos hacer en verano?
Lo cierto es que en este momento nadie puede hacer previsiones fiables para los próximos meses y, especialmente, para las vacaciones de verano en julio o agosto. Así lo ha advertido también Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, quien recomienda esperar y no reservar las vacaciones de verano.
Antes de que la pandemia del coronavirus estallara ya eran muchas las personas que empezaban a planear o mirar distintas opciones de vacaciones de verano o incluso ya las habían reservado. Está claro que esta situación ha supuesto un revés y ha desmontado, por completo, nuestros planes. Ahora poco podemos hacer más que esperar, ser pacientes y pensar en lo que más importa: en la salud.
Entonces, ¿podremos viajar este verano o no? No lo sabemos, nadie lo sabe.
En este caso nuestra recomendación es la misma que la de la Comisión Europea: vamos a esperar. Ahora mismo es precipitado reservar algo para las vacaciones de verano puesto que el futuro es más dudoso que nunca. Así que, este año nos tocará dejar la previsión temprana de lado e improvisar cuando llegue el momento.
¿Y ahora qué podemos hacer? Como no es un buen momento para reservar vacaciones, una opción es pensar en destinos alternativos o reflexionar sobre buenas prácticas que podemos llevar a cabo en nuestros viajes:
- Si en el momento de la verdad podemos viajar este verano, una buena opción es optar por un destino local. De esta forma ayudaremos tanto a la economía del país como a los trabajadores del sector de la hostelería que han sufrido un batacazo estos últimos meses.
- No abuses de los vuelos. Los aviones emiten CO2 y otros gases de efecto invernadero, como el óxido nítrico y el dióxido de nitrógeno. Además, también emiten partículas de sulfato y hollín, lo que favorece el oscurecimiento global y el cambio climático. Si puedes viajar en otro medio de transporte aprovéchalo.
- Una vez en el destino, consume en el pequeño comercio. Estos establecimientos han sido los más afectados por la crisis del COVID-19, ayudémosles ahora evitando las grandes cadenas internacionales.
- Proponte llevar a cabo unas vacaciones sostenibles. A veces cuando estamos de viaje nos olvidamos de todo lo que parecía que ya teníamos aprendido: reciclar, reducir el consumo de residuos, no abusar del consumo de agua, etc. Esto no tiene por qué ser así, pensemos antes de actuar y actuemos con conciencia.
